Laboratorios Rovi ha cerrado el primer semestre de 2025 con un beneficio neto de 39,7 millones de euros, lo que representa una caída del 10% respecto al mismo periodo de 2024, cuando la compañía obtuvo 44,3 millones. Así lo ha comunicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En una presentación que pone en contexto un semestre marcado por el aumento del esfuerzo en investigación y desarrollo (I+D) y un entorno de menor demanda en algunas líneas clave de negocio.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 65,6 millones de euros, un 6% menos que en los seis primeros meses de 2024. Esta caída se atribuye directamente al incremento de los gastos en I+D. Un área que ha cobrado mayor protagonismo estratégico para la farmacéutica. Como consecuencia. El margen Ebitda retrocedió ligeramente. Hasta el 20,9%, lo que supone una disminución de 0,4 puntos porcentuales.
Rovi matiza el efecto de inversión
La propia compañía ha querido matizar el efecto de esta inversión. Si se hubiera mantenido constante el gasto en I+D con respecto al primer semestre del año anterior, el Ebitda habría crecido un 0,5%, alcanzando los 70,2 millones de euros. Con un margen mejorado del 22,3%, frente al 21,2% registrado un año antes. Un ejercicio que deja clara la tensión entre los resultados inmediatos y las decisiones orientadas a fortalecer el crecimiento a medio plazo.
Por su parte, el resultado neto de explotación (Ebit) cayó un 10%, hasta situarse en 50,9 millones de euros.
En cuanto a ingresos operativos, Rovi reportó una facturación de 314,6 millones de euros, un 4% menos que en el primer semestre de 2024. Esta evolución viene determinada, principalmente, por la caída en su división de fabricación a terceros, que registró una bajada del 35%, con unas ventas que se situaron en 77,2 millones de euros.
Un crecimiento del 13%
En el lado positivo, el negocio de especialidades farmacéuticas —el área de productos propios y marcas— continúa creciendo. Esta unidad experimentó un incremento del 13%, alcanzando los 237,4 millones de euros. Lo que confirma la apuesta de Rovi por desarrollar y consolidar una cartera diferenciada y con mayor margen.
De cara al cierre del ejercicio, la compañía ha reiterado su previsión de que los ingresos operativos retrocederán entre un 0% y un 10%, es decir. Dentro de la banda media de la primera decena. No obstante, ha advertido que estas proyecciones dependen de factores inciertos. Especialmente en torno a la evolución de la demanda y la producción asociada a las campañas de vacunación que puedan implementarse en lo que resta de año. La farmacéutica admite tener “escasa visibilidad” sobre cómo se comportará este segmento, que en años anteriores tuvo un peso relevante.
En palabras de su presidente y consejero delegado, Juan López-Belmonte Encina, la compañía se encuentra «en un momento en el que invertir es esencial para impulsar su crecimiento y posicionar a Rovi para asegurar el éxito a largo plazo«.
Subvención de 36,3 millones para el proyecto ‘LAISOLID’
Una de las noticias más destacadas para la farmacéutica en este primer semestre llega del lado institucional. El pasado 9 de julio, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) publicó la resolución definitiva por la que concede a Rovi una subvención de 36,3 millones de euros para el desarrollo del proyecto ‘LAISOLID’. Que se extiende entre enero de 2023 y agosto de 2026.
La compañía prevé registrar los ingresos correspondientes a los gastos ya incurridos desde enero de 2023 hasta septiembre de 2025 durante el tercer trimestre de este año. Además, espera cobrar la totalidad de la ayuda una vez completados los trámites administrativos.
Este apoyo financiero no solo refuerza la capacidad de Rovi para seguir invirtiendo en innovación, sino que también alivia parte del esfuerzo presupuestario asumido en I+D durante el semestre, lo que podría reflejarse en una mejora significativa de los resultados en los próximos trimestres.
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