El Banco Santander ha desempolvado una vieja jugada del manual financiero y la está utilizando a lo grande: empaquetar riesgos y venderlos para liberar músculo financiero. ¿El nombre técnico? Transferencias Significativas de Riesgo (SRT) o, para los más puestos, titulizaciones sintéticas. La idea es sencilla: mover riesgos de su balance, ganar margen y reinvertir en préstamos más rentables. Y lo están haciendo como nadie en Europa.
Hasta marzo de este año, el Santander ya había movido 127.800 millones de euros a través de estas operaciones. Eso equivale al 20% de sus activos ponderados por riesgo (APR), una cifra que ha pegado un buen salto respecto a finales de 2023, cuando era el 12% (unos 74.900 millones).
¿Qué son los APR?
Los APRs no son otra cosa que una medida del riesgo que asume un banco con sus activos, sobre todo préstamos, pero también bonos o derivados financieros. Cuanto más riesgo, más capital tiene que reservar el banco por si las cosas se tuercen. Por eso las titulizaciones sintéticas molan tanto para ellos: permiten soltar parte de ese riesgo a inversores y reducir la cantidad de capital que tienen que tener guardado «por si acaso».
Y ojo, que no es solo soltar por soltar. La jugada está en que, al liberar ese capital, el banco puede volver a prestar… pero esta vez en operaciones más rentables. Es decir, optimización pura del balance. Santander normalmente vende la parte más arriesgada de esos préstamos (la que tiene más papeletas de salir mal) y se queda con el resto. Aunque también hay casos en los que vende todo.
Santander, el rey europeo del SRT
En este mundillo de titulizaciones, el Santander va en cabeza. En 2024, ha colocado más de 73.500 millones de euros en operaciones de este tipo, según Standard & Poor’s. Muy por encima de otros grandes como Barclays (58.979 M€), BNP Paribas (47.211 M€) o Deutsche Bank (33.811 M€).
Y lo mejor es que esta estrategia está funcionando. Hoy, el 87% de los APRs del banco ya generan más rentabilidad que lo que cuesta mantenerlos. En 2015, solo lo hacía el 40%. En otras palabras: el banco está sacando más jugo a su dinero que nunca.
En un mundo de tipos a la baja
Con los tipos de interés bajando (el BCE los ha recortado al 2%, su nivel más bajo desde 2022), el Santander llega preparado. Su crédito nuevo está rindiendo al 2,8%, una cifra que aunque ha bajado un pelín respecto a trimestres anteriores, sigue por encima del 2,7% que se veía en 2023.
Para este año, la entidad se ha propuesto movilizar unos 40.000 millones en activos de riesgo de sus diferentes filiales. Es bastante menos que lo que movieron en 2023, pero tiene sentido: ya han hecho gran parte del trabajo. Aun así, si lo comparas con los 13.000 millones que movieron en 2022, siguen yendo con el pie en el acelerador.
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