La marca automovilística Seat, parte del grupo Volkswagen, ha registrado un beneficio operativo de solo 38 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone una caída del 90,6% respecto a los 406 millones obtenidos en el mismo periodo de 2024.
Este desplome se debe principalmente a los aranceles europeos aplicados al Cupra Tavascan, un SUV eléctrico producido en China, que actualmente soporta una tasa del 30,7%. La empresa ha subrayado que esta carga fiscal afecta gravemente su rentabilidad, más aún que los aranceles impuestos por Estados Unidos desde abril, del 25% para vehículos europeos.
A este contexto se suma el encarecimiento de materiales, una mayor competencia internacional y una transición desigual hacia el coche eléctrico en distintos mercados. Según las cuentas del grupo VW, Seat también se vio lastrada por la caída del 6,4% en las entregas, con 322.000 vehículos vendidos entre enero y junio. Los ingresos descendieron un 2% hasta los 7.598 millones de euros, a pesar del aumento de precios.
Cupra resiste, pero no compensa
Sin embargo, descontando el Audi A1 (fabricado en Martorell pero no vendido bajo la marca Seat o Cupra), las ventas de vehículos Seat y Cupra crecieron un 1,7%, hasta 302.600 unidades, gracias al empuje de Cupra, que actúa como la marca de enfoque premium del grupo en España. No obstante, la penalización arancelaria al Cupra Tavascan pone en riesgo este giro estratégico hacia el segmento alto.
Seat, sin rumbo claro
La firma aún no cuenta con un CEO definitivo, ya que Markus Haupt ocupa el cargo de forma interina tras la salida de Wayne Griffiths. Además, no lanza un modelo nuevo desde 2018 y continúa siendo la única marca europea sin coche 100% eléctrico en su catálogo, aunque sí ofrece híbridos.
Seat llegó a apostar por la micromovilidad bajo la marca Seat Mó, centrada en motos y patinetes eléctricos, pero esa estrategia fue abandonada por falta de rentabilidad.
Skoda toma la delantera
En contraste, Skoda, también parte del grupo Volkswagen, ha reforzado su posición con una subida del 6,3% en ventas hasta 582.000 unidades en el primer semestre. Los ingresos de la marca checa crecieron un 10,4% hasta los 15.100 millones de euros, y su beneficio operativo ascendió a 1.285 millones, un 11,8% más.
Riesgos para Martorell y el grupo Volkswagen
Seat mantiene conversaciones con Bruselas para revisar los aranceles al Cupra Tavascan, ya que podrían impactar directamente la producción en la planta de Martorell, donde emplea a más de 14.000 personas. Allí se fabrican modelos clave como el Ibiza, Arona, León y el Cupra Formentor.
En el plano global, Volkswagen también ha sufrido: su beneficio neto cayó un 36,6% hasta los 4.005 millones de euros, y el resultado operativo bajó un 32,8%, hasta 6.707 millones. La compañía ha revisado a la baja sus previsiones para 2025, con una rentabilidad operativa estimada entre el 4% y el 5%, frente al objetivo anterior del 5,5%-6,5%, debido a los aranceles y el bajo rendimiento de Porsche y Audi.
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