La filial española de Stellantis ha cerrado el ejercicio 2024 con un beneficio neto de 718,96 millones de euros, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por elEconomista.es. La compañía deja así atrás las pérdidas de 46,1 millones registradas en 2023, ocasionadas por el deterioro de su participación en la sede argentina del grupo, afectada por la hiperinflación y la depreciación del peso.
A pesar del retorno a la rentabilidad, los ingresos de Stellantis España descendieron un 6,5% interanual, hasta los 15.496 millones de euros, mientras que la producción total de vehículos cayó un 2%, hasta las 982.000 unidades fabricadas en sus plantas de Vigo, Zaragoza (Figueruelas) y Madrid (Villaverde).
La reducción de actividad también se ha reflejado en la plantilla, que pasó de 13.487 a 12.391 trabajadores, de los cuales un 81% son empleados fijos. La compañía llevó a cabo jubilaciones parciales y extinciones voluntarias, y este mismo año firmó en su planta de Vigo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un máximo de 80 personas, vigente entre marzo y noviembre de 2025.
El resultado de explotación también mostró una caída del 10,5%, hasta los 368 millones de euros, afectado por la menor demanda y la presión sobre los márgenes en el sector de la automoción.
Apuesta por la electrificación y la inteligencia artificial
Pese a las dificultades, Stellantis avanza en su estrategia de transformación tecnológica. En 2024, firmó una alianza con la empresa china CATL para crear una joint venture 50/50 que desarrollará una planta europea de baterías de litio hierro fosfato (LFP) en Figueruelas, con una inversión conjunta de 4.100 millones de euros. La filial española ha aportado un millón de euros como capital inicial.
Además, el grupo ha intensificado su apuesta por la inteligencia artificial y el desarrollo de software, claves en sus planes de electrificación. Este año se ha asociado con Mistral AI para integrar un asistente basado en IA en sus vehículos, y ha presentado el STLA AutoDrive 1.0, su primer sistema de conducción autónoma (SAE Nivel 3), que ofrece funcionalidades manos libres sin necesidad de atención continua.
Un año complicado para el grupo
A nivel global, Stellantis se vio fuertemente afectado en 2024 por la caída de la demanda de vehículos eléctricos en Europa y por la incertidumbre regulatoria en torno a las emisiones de CO₂. En este contexto, la compañía redujo su beneficio neto global en un 70%, hasta los 5.473 millones de euros.
© Reproducción reservada