Supermercados de Valencia solicitan medidas urgentes para la recuperación tras la DANA

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Las asociaciones Asucova (Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana) y Asedas (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) afirmó que casi el 40% de los 226 establecimientos que forman parte de estas entidades resultaron afectados por la DANA a finales de octubre.

Según un informe conjunto, un total de 88 locales resultaron afectados por las intensas lluvias e inundaciones. De esos, 39 sufrieron pérdidas totales en sus equipamientos, con un costo estimado de 95 millones de euros.

Ambas asociaciones enviaron enviado una carta al Gobierno y a las autoridades autonómicas, en la que piden medidas inmediatas para la recuperación de las zonas devastadas por el temporal.

Entre las principales propuestas, solicitan que las ayudas económicas ofrecidas por las empresas a sus empleados y entre los propios trabajadores estén exentas no solo del impuesto de donaciones, sino también del IRPF.

Esta medida se considera crucial para facilitar una pronta recuperación del sector.

En su declaración, las organizaciones subrayan la importancia de la atención preferente al pequeño comercio, que ha sido igualmente golpeado por el temporal.

«El pequeño comercio es un pilar esencial en nuestras ciudades, pueblos y barrios, y no podemos permitir que se vea abandonado en momentos como este», remarcan desde Asucova y Asedas.

Supermercados ante la DANA

A pesar de los esfuerzos realizados por las empresas para ayudar a sus empleados, que han puesto en marcha planes de apoyo económico, el sector denuncia la «grave inseguridad jurídica» que enfrentan debido a la falta de claridad sobre el régimen fiscal que se aplicará a las ayudas.

Este vacío normativo generó incertidumbre en las empresas y trabajadores afectados.

Asimismo, ambas patronales hacen un llamamiento para que se establezca un protocolo de actuación ante futuras crisis provocadas por desastres naturales.

Este protocolo debería contar con directrices claras y eficaces, evitando problemas como las compras de pánico o la propagación de información errónea.

«Es vital contar con un sistema de gestión eficiente y un liderazgo comunicativo que asegure que las personas actúan de forma solidaria y responsable», concluyen.

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