Cinco días después de recibir la propuesta de fusión industrial del grupo checo Škoda, Talgo ha rechazado la oferta debido a la falta de un plan financiero sólido. La cúpula del fabricante de trenes español ha declinado la propuesta al no presentar una oferta económica comparable a la del consorcio húngaro Magyar Vagon, que sí garantiza los recursos financieros necesarios para el crecimiento de Talgo.
En una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo de administración de Talgo explicó que no es el momento adecuado para explorar alternativas que no aseguren los recursos necesarios para enfrentar los desafíos futuros. La propuesta de Škoda no contemplaba un cambio accionarial, lo cual no satisface el deseo del mayor accionista de Talgo, el fondo británico Trilantic, que posee el 40% del capital y busca vender su participación completa. En abril, el holding húngaro formalizó una oferta pública de adquisición (OPA) a cinco euros por acción, valorando la compañía en 619 millones de euros.
Este rechazo deja claro que Talgo solo considerará ofertas que impliquen una OPA competidora con recursos financieros sólidos, una vía que hasta ahora no ha interesado a otros grupos industriales.
La decisión de Talgo coloca la pelota en el tejado del gobierno español. La Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), responsable de autorizar o vetar la oferta de Magyar, ha extendido el plazo para pronunciarse hasta tres meses más, tras requerir información adicional. El dictamen se esperaba inicialmente para el 10 de agosto, pero la evaluación continuará mientras se recopila la información necesaria.
Al margen de resolver su futuro accionarial, la compañía sigue haciendo gala de su potencial industrial tras elevar ingresos un 20%, hasta los 346 millones de euros en una primera mitad de año de alta actividad industrial que le ha permitido duplicar sus beneficios del periodo comparable del ejercicio anterior hasta 14 millones de euros.
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