La nueva propuesta de retribución que ha lanzado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para las redes eléctricas y de gas ha reabierto un conflicto latente entre dos de los grandes bloques del sector energético español. El detonante: un 6,46% de rentabilidad para las redes eléctricas, frente a un 6,43% previsto para las del gas natural. Tres décimas de diferencia que, para las eléctricas, son mucho más que un matiz técnico.
Desde el lado eléctrico, la cifra no solo se percibe como insuficiente para encarar con garantías la transición energética, sino que también se pone en duda su encaje legal. Algunas voces del sector apuntan incluso a un posible fraude de ley, al considerar que la diferencia rompe con las directrices de política energética fijadas por el Ministerio para la Transición Ecológica. La aprobación del nuevo marco contó con el apoyo del sector más progresista del Consejo de la CNMC, incluyendo representantes de Podemos y el PNV.
Por su parte, el Ministerio defiende que esta retribución es una pieza clave para asegurar el despliegue de infraestructuras necesarias ante la creciente integración de energías renovables y nuevas demandas de consumo.
¿El gas mejor tratado?
El argumento principal del sector eléctrico es que esta mínima diferencia de rentabilidad podría desalentar a las entidades financieras a invertir en electrificación, especialmente si el gas mantiene condiciones más favorables. Aunque desde el sector gasista no se celebra abiertamente el 6,43%, también se advierte que es una cifra baja para atraer capital y sostener la inversión que exige el futuro energético.
Además, se subraya que la electrificación total no es viable a corto plazo y se apela al principio de neutralidad tecnológica de la Comisión Europea. En este punto, tanto eléctricas como gasistas parecen coincidir: con los porcentajes sobre la mesa, la inversión necesaria para descarbonizar el sistema puede quedar en el aire.
Nuevas consultas públicas: gas natural en el punto de mira
Tras hacer pública la propuesta para el sector eléctrico, la CNMC ha abierto ahora el proceso de consulta pública para revisar las metodologías de retribución del sistema gasista de cara al próximo periodo regulatorio (2027-2032). Se han lanzado tres consultas separadas que cubren:
Transporte y plantas de GNL: Revisión de la metodología actual (Circular 9/2019) teniendo en cuenta los efectos de la descarbonización, la pandemia y la guerra en Ucrania sobre los costes operativos.
Distribución de gas natural: Ajustes para situaciones extraordinarias, nuevos incentivos para integrar gases renovables (como el hidrógeno) y fórmulas que garanticen la sostenibilidad del sistema sin desincentivar el consumo responsable.
Peajes, redes locales y regasificación: Reforma de la Circular 6/2020 con mecanismos para estabilizar los ingresos, adaptar la estructura tarifaria a la demanda decreciente y proteger a los consumidores vulnerables. También se plantea abrir la puerta a nuevos servicios como el acceso desde plantas de otros gases al Punto Virtual de Balance.
Reclamaciones sobre el periodo anterior
El sector gasista insiste en que durante el ciclo retributivo anterior ha sufrido un desfase de 435 millones de euros debido al impacto de eventos imprevistos como la inflación y la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania. Por ello, las empresas piden que se mantenga el nivel de retribución para las infraestructuras ya operativas, que se corrijan los errores de cálculo del periodo pasado y se creen condiciones que impulsen el desarrollo de gases renovables.
Está previsto que las compañías presenten sus propuestas a la CNMC en las próximas semanas, con el objetivo de afinar una regulación que será clave en el mapa energético de la próxima década.
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