Toyota refuerza su control industrial con una OPA de 33.000 millones sobre Toyota Industries

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Toyota Motor ha anunciado este martes una operación corporativa de gran calado que redefine su estrategia industrial y financiera. En conjunto con la firma inmobiliaria Toyoda Fudosan, el grupo japonés lanza una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% de Toyota Industries Corporation, por un valor aproximado de 33.000 millones de dólares (unos 4,7 billones de yenes o 28.800 millones de euros).

El movimiento no solo representa un paso firme para fortalecer el control del conglomerado sobre un proveedor clave, sino que también responde a las crecientes demandas de transparencia en la gobernanza corporativa japonesa.

Una oferta con descuento y objetivos estratégicos
La oferta, ya respaldada por el consejo de administración de Toyota Industries, se presenta a un precio de 16.300 yenes por acción, lo que supone un descuento del 11% respecto al último cierre bursátil. El plan incluye la exclusión de la compañía de la Bolsa de Tokio y su integración en una nueva sociedad holding, lo que marca el fin de décadas de participaciones cruzadas dentro del grupo Toyota.

La operación prevé una estructura de financiación distribuida entre Toyota Motor (700.000 millones de yenes en acciones preferentes sin voto), Toyoda Fudosan (180.000 millones) y una inversión personal simbólica de 1.000 millones de yenes por parte del presidente Akio Toyoda, heredero del fundador del grupo.

Consolidar el control y adaptarse al nuevo entorno
Entre los principales objetivos de la operación destacan el refuerzo de la gobernanza corporativa, la eliminación de estructuras accionarias complejas y la agilización en la toma de decisiones estratégicas. Todo ello en línea con las exigencias de los inversores institucionales y del gobierno japonés, que desde hace años presionan para reducir las participaciones cruzadas y mejorar la eficiencia de las grandes corporaciones.

La adquisición también permitirá redirigir recursos hacia áreas críticas como la automatización industrial y la logística avanzada, sectores en los que Toyota Industries posee tecnología puntera. Según analistas del mercado, el movimiento busca convertir a Toyota en un actor más ágil y cohesionado, capaz de afrontar los desafíos globales de la industria del automóvil.

Una apuesta arriesgada en un momento complejo
La operación se produce en un contexto desafiante para Toyota. La compañía prevé una caída del 35% en su beneficio neto para el ejercicio 2025-2026, golpeada por los aranceles estadounidenses sobre las importaciones de vehículos japoneses. Solo en abril y mayo, la automotriz ha perdido más de 1.300 millones de dólares por esta causa.

Con todo, la absorción total de Toyota Industries —empresa fundada en 1926 por Sakichi Toyoda y considerada el germen del actual imperio Toyota— supone una apuesta estratégica de alto riesgo, pero con potencial de generar valor a medio y largo plazo. Toyota Industries sigue siendo hoy un engranaje esencial del grupo, con presencia en la fabricación de carretillas elevadoras, maquinaria textil y componentes automotrices.

La historia del gigante automotor se escribe ahora con una nueva operación que mira al futuro sin olvidar sus raíces.

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