El presidente Donald Trump volvió a presionar a la industria tecnológica con un anuncio contundente: impondrá aranceles “bastante sustanciales” a las importaciones de semiconductores de aquellas compañías que no trasladen su producción a Estados Unidos. Sin embargo, dejó la puerta abierta a excepciones para firmas como Apple, que han incrementado sus inversiones en manufactura doméstica.
El mensaje llegó el jueves por la noche durante una cena en la Casa Blanca que reunió a más de dos docenas de líderes del sector, entre ellos Tim Cook (Apple), Mark Zuckerberg (Meta) y Safra Catz (Oracle). “Vamos a poner aranceles a las empresas que no vengan”, advirtió Trump. “Probablemente ya estén oyendo que será un arancel bastante sustancial”.
Nueva advertencia de Donald Trump
La advertencia no es nueva. El mes pasado, en un acto con Cook, el presidente ya había hablado de un arancel del 100% a las importaciones de chips, acompañado de la promesa de exenciones a las compañías que trasladasen su producción al país. En ese contexto, Apple anunció 100.000 millones de dólares adicionales de inversión doméstica, que se suman a un compromiso previo de 500.000 millones.
Durante el encuentro del jueves, Trump aseguró que Cook “estará en buena posición” frente a los posibles gravámenes. La estrategia busca reforzar la reindustrialización de la cadena de suministro de semiconductores en EE.UU., un proceso en marcha desde 2020 con los planes de TSMC y Samsung Electronics, que ya destinan cientos de miles de millones de dólares a nuevas plantas en territorio estadounidense.
Aun así, los detalles siguen siendo difusos. Trump solo precisó que “si están viniendo, construyendo o planeando venir, no habrá arancel”.
La velada no se limitó a los anuncios fiscales. Figuras como Sam Altman (OpenAI) o Sergey Brin (Google) dedicaron elogios al presidente por su postura pro-empresa y su impulso a la inteligencia artificial, según adelantó CNBC. En contraste, Elon Musk (Tesla), quien había protagonizado un enfrentamiento público con Trump en junio, no asistió, aunque confirmó en su plataforma X que fue invitado y que envió un representante en su lugar.
Antes de la cena, la primera dama Melania Trump intervino en la segunda reunión del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre Educación en Inteligencia Artificial. Su discurso puso el foco en la relevancia de la IA para el progreso del país, pero también lanzó una advertencia: “debemos gestionar su crecimiento de manera responsable”.
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