Trump vs. Harvard: nueva jugada para cerrarles la puerta a los estudiantes extranjeros

Donald TrumpDonald Trump

Donald Trump no suelta el hueso. El presidente estadounidense acaba de lanzar una nueva ofensiva contra la Universidad de Harvard, firmando una proclamación presidencial que suspende por seis meses (prorrogables) la emisión de nuevos visados para estudiantes extranjeros que quieran estudiar allí. Todo esto, según él, en nombre de la “seguridad nacional”.

La medida llega después de que una jueza paralizara su anterior intento de impedir que Harvard acogiera a estudiantes extranjeros. Así que Trump cambia de táctica, pero no de objetivo: bloquear el acceso a una de las universidades más influyentes del planeta.

Trump contra Harvard al no compartir información con el Gobierno

Según la proclamación, Harvard no está compartiendo información suficiente con el Gobierno federal, lo que, en palabras de Trump, «supone un riesgo para la seguridad nacional». Por eso, ordena que se deniegue el acceso a todos los extranjeros que quieran entrar en EE. UU. con visado para estudiar o participar en un programa gestionado por Harvard.

La medida afecta directamente a los visados F, M y J, que son los que utilizan los estudiantes internacionales, los alumnos de formación técnica y los participantes en programas de intercambio. Y no solo frena los nuevos visados, sino que también ordena al secretario de Estado, Marco Rubio, que estudie la revocación de los ya existentes.

Trump, como ya es costumbre, no se corta en su retórica. En la proclamación firmada este miércoles, afirma que:

“La admisión en EE. UU. para estudiar en nuestras universidades es un privilegio, no un derecho. Y Harvard ha incumplido con su parte del trato.”

Entre los argumentos que lanza, mezcla de todo: desde acusaciones de discriminación positiva por raza, hasta supuestas filtraciones de conocimiento a China, pasando por una crítica directa a la supuesta falta de cooperación de Harvard con las autoridades y una afirmación alarmista sobre el aumento de la delincuencia en el campus —aunque, ojo, no aporta datos.

También lanza una crítica ideológica potente:

“Harvard margina a los estadounidenses trabajadores, favoreciendo a estudiantes de países que incluso desean la destrucción de Estados Unidos.”

Podrá restringir la entrada de extranjeros

Para justificar legalmente esta proclamación, Trump se apoya en los artículos 212(f) y 215(a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que le permiten restringir la entrada de extranjeros si lo considera perjudicial para el país. Pero hay truco: esas leyes normalmente se usan para vetar por nacionalidad, no por universidad de destino. Así que esta medida probablemente termine en los tribunales.

Y como si no fuera poco, la proclamación permite excepciones si el secretario de Estado, la secretaria de Seguridad Nacional (o sus delegados) deciden que la entrada de ciertos estudiantes es de “interés nacional”. Una cláusula ambigua que le deja la puerta abierta al filtro político.

Por si te lo preguntas, los cinco países que más estudiantes mandan a Harvard son:
China, Canadá, India, Corea del Sur y Reino Unido. Y, según datos de la propia universidad, uno de cada cuatro estudiantes de Harvard es internacional.

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