La start-up española Wallapop, una de las tecnológicas más prometedoras del país, está en el centro de una operación de compraventa que ha encendido las alarmas en el ecosistema inversor nacional. El gigante surcoreano Naver, ya accionista con un 22% del capital a través del fondo Korelya Capital, negocia la compra del 100% de la compañía por un valor de empresa cercano a los 600 millones de euros, lo que ha sido calificado por varios socios minoritarios como una valoración injustificadamente baja, según adelanta El País.
La cifra propuesta representa un equity value de 568 millones, muy por debajo de los 806 millones establecidos en la ronda de financiación de febrero de 2024, cuando entraron inversores institucionales como el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Este organismo público, adscrito al Ministerio de Economía, juega un papel decisivo en la votación de la operación y mantiene el objetivo de impulsar la innovación y el crecimiento de empresas tecnológicas españolas.
Rechazo de socios y tensiones internas
La oferta de Naver ha generado rechazo entre varios fondos accionistas como 14W, que posee cerca del 20%, y otros como Insight Venture Partners y Accel, con aproximadamente un 15% cada uno. La principal crítica gira en torno al hecho de que la operación está liderada por un insider extranjero, lo que ha encendido las alarmas sobre un posible conflicto de interés, ya que Korelya Capital/C-Fund, vinculado a Naver, ha sido uno de los inversores estratégicos desde hace años.
El caso recuerda a la venta de Glovo a Delivery Hero, también liderada por un accionista mayoritario extranjero y ejecutada con una valoración inferior a la de rondas anteriores, lo que generó un intenso debate sobre la pérdida de valor del ecosistema tecnológico español ante compradores internacionales.
Valor real vs. valor de la oferta
Los detractores de la operación aseguran que no hay razones económicas para justificar una devaluación de más de 200 millones de euros respecto a 2024. Wallapop se mantiene como una de las start-ups españolas con mayor implantación, presente en el 87% de los móviles españoles, y ha iniciado su expansión internacional en países como Italia y Portugal.
En 2025, la empresa podría alcanzar unos ingresos anuales de 140 millones de euros y un EBITDA de 25 millones, manteniendo una sólida posición de liquidez gracias a sus anteriores rondas de financiación.
¿Salida a Bolsa?
Algunos bancos de inversión, como Goldman Sachs y Morgan Stanley, han planteado una alternativa estratégica: una salida a Bolsa en los próximos 18 a 24 meses, preferiblemente en el mercado español, lo que permitiría dar liquidez a los inversores actuales y dar entrada a accionistas locales.
Ecosistema en alerta
La comunidad de venture capital en España observa esta operación con preocupación, al considerar que una venta precipitada podría debilitar la confianza en el sector y confirmar una tendencia en la que start-ups nacionales no logran capitalizar su verdadero potencial antes de ser absorbidas por grandes grupos extranjeros.
En este contexto, el papel del ICO será clave. Su decisión podría inclinar la balanza entre dar salida a los inversores presionados por liquidez o apostar por el desarrollo a largo plazo de una de las pocas compañías con perfil de unicornio del ecosistema tecnológico español.
© Reproducción reservada