La firma textil británica Burberry ha anunciado una reestructuración global que podría suponer la eliminación de alrededor de 1.700 puestos de trabajo, lo que representa un 17% de su plantilla. La decisión llega en el marco de un ambicioso plan para mejorar la eficiencia operativa, tras cerrar su ejercicio fiscal con pérdidas de 75 millones de libras (unos 89 millones de euros). Frente al beneficio de 270 millones de libras registrado el año anterior.
La compañía, que en noviembre presentó el plan estratégico Burberry Forward, busca acometer un «cambio radical» en su modelo de gestión. Con foco en productividad, simplificación y disciplina financiera. Los nuevos cambios organizativos persiguen mejorar la colaboración interna. Incrementar la agilidad y garantizar una estructura preparada para los desafíos de un mercado global cada vez más exigente.
Burberry busca generar ahorros por muchos millones
Burberry prevé generar ahorros adicionales de 60 millones de libras para el ejercicio fiscal de 2027, que se sumarán a los 40 millones previstos en su programa de reducción de costes anterior. En total. El plan contempla un ajuste anualizado de 100 millones de libras para ese año. Estos ahorros procederán principalmente de una reducción de gastos operativos y de costes de personal.
La firma estima que el coste total de estas medidas rondará los 80 millones de libras. En el plano operativo, Burberry ha informado de una caída del 17% en sus ventas, hasta los 2.461 millones de libras, con retrocesos generalizados en sus mercados clave: Asia-Pacífico (-18,9%), Europa, Oriente Próximo e India (-17%) y América (-15%).
A pesar del contexto, el consejero delegado, Joshua Schulman, se ha mostrado confiado en la recuperación: “Aunque seguimos enfrentando un entorno macroeconómico complejo. Estoy convencido de que los mejores días de Burberry están por venir”.
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