Para más de nueve millones de pensionistas en España, cada verano tiene una cita clave: el cobro de las pensiones. Aunque el calendario oficial de la Seguridad Social marca el pago entre los días 1 y 4 de cada mes, en la práctica los bancos se adelantan, convirtiendo este ingreso mensual en una coreografía financiera donde cada día cuenta.
Una cuestión de liquidez, no de trámite
El sistema público abona más de 10,3 millones de pensiones mensualmente, de las cuales 9,2 millones son contributivas, con una nómina que supera los 13.200 millones de euros. Solo en junio, con la paga extraordinaria de verano, la cifra se duplicó hasta 26.400 millones. Para muchos hogares, esta prestación representa la única fuente de ingresos regulares durante el verano, crucial para cubrir gastos cotidianos, viajes o ayudar a familiares.
La pensión media contributiva en junio de 2025 se situó en 1.254 euros mensuales, mientras que la media total del sistema fue de 1.144 euros. En el caso de las pensiones no contributivas, el ingreso anual tras la revalorización alcanza los 7.905,80 euros.
Julio y agosto: ¿cuándo se cobra realmente?
Aunque el pago oficial llega entre el 1 y el 4 del mes siguiente, la mayoría de entidades bancarias adelantan el ingreso, un gesto comercial que busca fidelizar clientes sénior, considerados estables y con un uso intensivo de servicios bancarios.
Fechas clave de julio 2025:
23 de julio: Bankinter, EVO Banco y Unicaja.
24 de julio: CaixaBank, Santander y Sabadell.
25 de julio: BBVA, ING, Ibercaja, Cajamar.
28 de julio: Kutxabank, Laboral Kutxa y Abanca (retrasan el pago por el festivo del 25 de julio —Día de Santiago Apóstol— en Galicia y País Vasco).
Fechas previstas de agosto 2025:
21 de agosto: Bankinter (único confirmado hasta ahora).
Resto de bancos: previsiblemente entre el 23 y el 25 de agosto, como en años anteriores.
Sin festivos autonómicos que alteren el calendario en esta ocasión.
La importancia de la paga extra
La paga extraordinaria de junio, equivalente a una mensualidad completa, se abonó entre el 21 y el 25 de ese mes, dependiendo de la entidad bancaria. Esta entrada adicional de dinero es esencial para afrontar el incremento estacional de gastos: vacaciones, alimentación, energía, sanidad privada o incluso adelantar pagos escolares de septiembre.
Muchas personas mayores, según la OCU y la Fundación Edad&Vida, planifican su economía dividiendo esta paga extra en tres partes: para julio, agosto y parte de septiembre, en un esfuerzo por equilibrar ingresos y gastos en un periodo con alta presión financiera.
Una cita con la dignidad y la previsibilidad
Más allá de lo contable, el calendario de cobro de pensiones es una cuestión de dignidad y confianza. Un simple festivo regional o un anticipo bancario puede marcar la diferencia entre llegar o no a fin de mes. Con una población que envejece rápidamente y un sistema de pensiones sometido a debate constante, esta fecha seguirá siendo un indicador social crítico.
En definitiva, el cobro de la pensión no es solo un apunte bancario: es un evento vital que sostiene a millones de personas y que cada verano, entre calor, festivos y pagas extra, se convierte en el verdadero latido económico del país.
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