Getty ImagesEl coste laboral medio en España se disparó un 3,8% interanual en el primer trimestre de 2025, alcanzando los 3.124 euros brutos al mes por trabajador, según los últimos datos del INE. Es la cifra más alta registrada en un primer trimestre desde que hay datos (año 2000) y encadena ya 17 trimestres seguidos de subidas.
El mayor peso, como era de esperar, lo tienen los salarios, que también subieron un 3,8% y se colocaron en los 2.290 euros brutos al mes. Es el dato más alto en un arranque de año desde hace 25 años, y confirma que los sueldos llevan más de cuatro años seguidos creciendo.
¿Más sueldo, pero más suave?
Aunque las cifras baten récords, el ritmo de subida se está enfriando. El INE confirma que el “boom” salarial que vimos tras la pandemia (cuando los sueldos subían entre un 4% y un 5% trimestre tras trimestre) se está moderando desde 2024. Aun así, las subidas siguen por encima de la inflación, lo que es una buena señal: en este primer trimestre, los salarios crecieron 1,1 puntos más que los precios.
Cotizaciones y “otros costes”, también al alza
El informe también recoge que el resto de costes laborales (los que no son salario directo, como cotizaciones a la Seguridad Social) se situaron en 834,09 euros al mes, también con una subida del 3,8%. Dentro de estos, el gasto en cotizaciones subió un 3,9% respecto al año pasado.
Además:
El coste laboral por hora efectiva subió un 2,2%, hasta 23,60 euros
El coste por hora pagada subió un 3,6%, hasta 20,63 euros
Vacantes: muchas, pero no por falta de talento
El número de vacantes sin cubrir en España entre enero y marzo fue de 152.885, la segunda cifra más alta desde que se empezó a medir este dato (solo por detrás del Q3 de 2023). Pero ojo: esto no significa que haya un problema estructural de empleo.
De hecho, el 91,5% de las empresas dicen que no tienen vacantes porque no necesitan más personal. Y donde sí hay huecos, están sobre todo en:
Servicios: 87,6% de las vacantes
Industria: 8,4%
Construcción: 4%
El mercado laboral sigue fuerte y los sueldos mejoran, aunque de forma más contenida que en los picos post-COVID. Los salarios le ganan terreno a la inflación, lo que es buena noticia para el bolsillo. Las vacantes suben, pero no por falta de trabajadores cualificados, sino porque la mayoría de empresas ya están cubiertas.
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