El lío de cifras entre Trabajo y el SEPE: ¿cuántos parados cobran realmente?

Oficina de EmpleoOficina de Empleo

Algo no cuadra entre lo que dice el Ministerio de Trabajo y lo que publica el SEPE. Según los datos oficiales del ministerio, en abril había 1.515.513 personas cobrando prestaciones por desempleo, lo que suena bastante bien: un 12,7% menos que hace un año. Pero si nos vamos a los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el número es bastante más alto: 1.739.801 beneficiarios, es decir, un 0,24% más que en abril de 2024.

La diferencia es de 224.288 personas, y no es un error puntual, sino un problema que arrastra un año entero. ¿La causa? Un lío burocrático derivado del Real Decreto-ley 2/2024, que entró en vigor en noviembre y que trajo consigo un nuevo modelo de subsidios más flexible… pero que no se ha integrado todavía en las estadísticas oficiales de Trabajo.

Dos versiones, un solo sistema ¿mal sincronizado?

El objetivo del decreto era modernizar el sistema de ayudas, y se dio margen a los servicios públicos para adaptarse. Pero seis meses después, Trabajo no ha actualizado sus estadísticas y sigue sin incluir a los nuevos beneficiarios en el total. Eso sí, el dinero se paga y se contabiliza, no es que estas personas estén fuera del sistema. El problema es de transparencia y coherencia estadística.

Por ejemplo, en las notas que acompañan los datos oficiales, el ministerio avisa con letra pequeña que sus cifras no incluyen a estos nuevos perceptores. En lugar de sumarlos como antes, los publica por separado, creando así dos series de datos paralelas que no se entienden fácilmente. Y este desfase afecta a todo: número total de solicitudes (que parece haberse desplomado un 24,2%), altas nuevas (-21,8%) y hasta al plazo medio de reconocimiento, que ha subido un 50%, hasta 1,9 días.

Según los datos del ministerio, los beneficiarios de subsidios en abril eran 610.964, un 23,5% menos que hace un año. Pero si contamos esos 224.288 “desaparecidos”, en realidad serían 835.252, un 4,6% más que en abril de 2024. Una diferencia nada menor.

¿Maquillaje de cifras? No exactamente

Aunque suene tentador pensar en manipulación, lo cierto es que Trabajo no está ocultando deliberadamente los datos. De hecho, esos nuevos subsidios sí aparecen en otro apartado, con sus propias cifras de solicitudes, altas y gasto. Además, el gasto total en prestaciones ha subido un 5,7%, y el de subsidios un 12,5%.

Eso sí, los datos de calidad del sistema de protección, como el peso de las prestaciones contributivas (que son más altas) sobre el total, se ven claramente inflados. En abril, ese indicador subía al 54,89%, algo que no se veía desde 2012. Pero claro, si cuentas solo parte de los subsidios, el dato queda desvirtuado.

¿Y ahora qué pasa con el desempleo?

El SEPE, que depende del mismo ministerio, sigue usando el modelo antiguo para sus estadísticas, lo que genera una incoherencia sin precedentes, incluso mayor que en momentos tan tensos como la pandemia. Pero claro, en 2020 no hubo un cambio tan profundo como el que trajo la reforma de los subsidios de 2024, que además de subir las cuantías iniciales, permite compatibilizar salario y subsidio.

A esto se suma la implementación del sistema ALMA, lanzado en julio de 2024 para gestionar estos nuevos subsidios. Y aquí entra otra polémica: CCOO ha denunciado retrasos en el pago de 150.000 subsidios y un colapso generalizado en la gestión. Desde Trabajo lo niegan, pero el silencio sobre los resultados del nuevo sistema no ayuda a disipar las dudas.

© Reproducción reservada