El mercado laboral español experimentó un repunte del paro durante el mes de agosto, con 21.905 personas más inscritas en las oficinas de los servicios públicos de empleo, lo que supone un incremento del 0,9% respecto a julio, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
La subida se explica, principalmente, por la corrección estacional del sector servicios, donde se concentra la mayor parte del aumento. El final de la temporada turística y la conclusión de muchos contratos vinculados a la hostelería, el ocio y las actividades relacionadas con el verano provocaron que miles de personas perdieran su puesto de trabajo en apenas unas semanas. Este comportamiento es habitual en estas fechas, cuando el ciclo económico se ajusta tras los meses de mayor actividad vacacional.
El volumen de desempleados
Sin embargo, más allá de la cifra puntual, lo relevante es que el volumen total de desempleados continúa en niveles muy bajos, no vistos desde 2007, justo antes del estallido de la crisis financiera. En otras palabras, aunque el paro crece en términos mensuales, la tendencia estructural del mercado laboral sigue mostrando fortaleza y estabilidad.
Este escenario refleja que el empleo en España ha logrado consolidar avances importantes en los últimos años, con una mayor capacidad de resistir a los vaivenes de la estacionalidad. De hecho, los analistas coinciden en que mantener el paro en cifras cercanas a mínimos históricos mientras se enfrenta el ajuste estival es una señal de que la economía se apoya en bases más sólidas que en ciclos anteriores.
En definitiva, el aumento de agosto no rompe la fotografía de conjunto: el empleo en España sigue resistiendo y mostrando una evolución más robusta y sostenible que la que marcaba la pauta hace más de una década.
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