Como un auténtico jarro de agua fría. Así sentó el comunicado interno de Andy Jassy, CEO de Amazon, cuando a mediados del pasado mes de septiembre anunció que todos los empleados de la tecnológica deberían volver a la oficina de lunes a viernes a partir del pasado 2 de enero. Lo que el directivo no tuvo en cuenta es que, en muchos países, e incluso en alguna de sus sedes en Estados Unidos, la compañía había crecido tanto que sus empleados, que hasta el momento seguían con una fórmula híbrida de tres días de trabajo presencial y dos de teletrabajo, no tendrían espacio físico, como es el caso español.
Desde entonces, en muchas de sus sedes se han producido manifestaciones y renuncias por parte de sus empleados. Business People se ha puesto en contacto con la firma que únicamente ha declarado que la implantación de esta medida en las oficinas de Madrid y Barcelona se retrasa unos meses, sin más argumentos. Conclusión: Antes de finalizar este primer semestre, la compañía fundada por Jeff Bezos recuperará la presencialidad total. Los motivos parecen obedecer a un descenso de la productividad motivada por el teletrabajo, algo que no se ha demostrado, o, según Andrés Jiménez, Business Director en Robert Walters, a “la pérdida de ADN empresarial y sentimiento de pertenencia por parte de los empleados, lo que nos conduciría a una segunda derivada, que serían unas claras intenciones de aplanar una estructura sobredimensionada”.

Andrés Jiménez, Business Director en Robert Walters
Otros gigantes, como JPMorgan -con sus 30.000 empleados-, Boeing, Dell, UPS o Zoom han seguido la misma senda y han obligado a volver a la oficina a su personal. Por su parte, Google o Meta exigen tres o cuatro días de trabajo presencial. Por el contrario, tecnológicas como Microsoft o Spotify continúan apostando por el trabajo en remoto.
Llegados a este punto, ¿qué ocurrirá con el teletrabajo? ¿Es este el principio del fin de una fórmula que alcanzó su punto máximo en la pandemia y que salvó a más de una compañía? “No necesariamente. Aunque algunas empresas están volviendo a la presencialidad, la demanda de flexibilidad por parte de los empleados sigue siendo alta. Más que el fin del teletrabajo, vemos el comienzo de la modalidad híbrida como un modelo que llegó hace unos años para quedarse, tanto en una versión totalmente flexible como un modelo de híbrido estructurado”, apunta Gustavo Pina, director de Contracting y Technology Solutions en Hays España.
Si bien es posible que otras empresas sigan el ejemplo de Amazon, especialmente aquellas en sectores donde la colaboración y la innovación son clave o en las cuales se esté detectando una pérdida importante de cultura empresarial o valores, muchas otras seguirán optando por modelos híbridos o o flexibles. Y es que trabajar con equipos remotos favorece la diversidad y potencia la creación de nuevas ideas y dinámicas de trabajo, así como también permite acceder a un mayor número de talentos. “La clave estará en encontrar un equilibrio que maximice la productividad y el bienestar de los empleados”, destaca Pina.

Gustavo Pina, director de Contracting y Technology Solutions en Hays España.
Así lo cree también Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, quien asegura que “en la actualidad, mientras muchas empresas diseñan estrategias para el regreso a las oficinas, es crucial que los líderes adopten una visión a largo plazo, procurando atender, en la medida de lo posible, las necesidades y expectativas de los empleados. Esto será clave para fomentar y preservar el talento dentro de la organización. Los modelos híbridos seguirán siendo una alternativa eficaz para atraer y mantener a los mejores profesionales. Y concluye asegurando que “cuando una organización no tiene desarrollado un modelo de evaluación suficientemente maduro, la solución fácil es acudir al presentismo”.
Andrés Jiménez, de Robert Walters, da un paso más y destaca que “el full remote se va a acabar, sobre todo para los asalariados, mientras que los freelances continuarán con esta fórmula. La gente parece haber visto el teletrabajo como una obligación y no lo es. Es una herramienta contemplada para facilitar la vida personal de los trabajadores y poder compaginarla con la vida profesional y hacer más eficiente y a la vez más feliz al trabajador”. En su opinión, lo que ocurrirá -y ya está ocurriendo- es que se van a diseñar soluciones a medida de cada empresa.

Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute
Y EN ESPAÑA…
Por lo que respecta a España, que continúa diez puntos porcentuales por debajo de la media comunitaria (23,5% de teletrabajadores entre los ocupados en la UE frente al 13,2% en España), el éxito del trabajo en remoto es incuestionable en términos relativos. Por poner algunas cifras, el 47% de los profesionales en España considera que su productividad ha aumentado y el 76% está satisfecho con su transición al teletrabajo, que se disparó en España un 20% en 2023 y no parece tener marcha atrás, ya que hay bastante consenso en que el modelo híbrido es sostenible y beneficia tanto a empleados como a organizaciones.
Así, Gustavo Pina, Hays España, apunta que “es probable que veamos una diversidad de enfoques. Algunas empresas de nuestro país podrían seguir el ejemplo de Amazon, mientras que otras continuarán con modelos híbridos o totalmente remotos. La tendencia hacia la flexibilidad y la conciliación laboral es fuerte en España, por lo que muchas empresas buscarán equilibrar las necesidades del negocio con las preferencias de sus empleados.
Creemos que el foco en las empresas españolas seguirá siendo el buscar potenciar la productividad. Cada modelo tiene ventajas y desventajas, pero todo depende del sector, la cultura y, sobre todo, la estructura organizativa, la formación y que este desarrollo de la empresa esté relacionado con la interacción entre compañeros”. Y es que al final, como decía la canción, todo depende.