Francisco Mesonero (Fundación Adecco)La Fundación Adecco creó más de 105.000 empleos para personas en riesgo de exclusión social durante sus 25 años de trayectoria. Su director general, Francisco Mesonero, destaca que mantienen la misma ilusión del primer día para luchar contra la discriminación laboral. De ahí que, a lo largo de 2023, acompañaron a más de 27.000 individuos a través de orientación laboral individualizada.
¿A cuántas personas ha ayudado la Fundación Adecco a encontrar un empleo en sus 25 años de trayectoria?
Durante estos 25 años hemos generado más de 105.000 empleos para personas en riesgo de exclusión social, principalmente: personas con discapacidad, mayores de 45 años desempleados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género y otras personas en riesgo de exclusión social. Todo ello a través de itinerarios individualizados liderados por un equipo experto y multidisciplinar, conscientes de que la inclusión laboral solo puede conseguirse adoptando un enfoque transversal que contemple las necesidades específicas de cada persona. Sin embargo, no solo generamos empleo directo: hay que subrayar la labor de orientación laboral que realiza nuestro equipo de consultores, dotando de recursos y herramientas a miles de personas con especiales dificultades de acceso al empleo. El pasado año, acompañamos a más de 27.000 personas en riesgo de exclusión a través de orientación laboral individualizada.
Fundación Adecco
¿Cuáles son los perfiles que resulta más difícil de colocar en el mercado laboral y cómo están afrontando este reto?
Todas las personas a las que acompañamos desde la Fundación Adecco encuentran dificultades adicionales en su acceso al empleo, debido a factores de desigualdad y a barreras estructurales y culturales que merman sus oportunidades laborales. Es difícil determinar qué persona o qué grupo enfrenta más obstáculos, pues cada caso es único, pero sin duda existen situaciones muy complicadas en las que coexisten varias realidades en como la discapacidad, una edad superior a los 45 años o una situación de monoparentalidad. Sin duda, cuando conviven estas circunstancias en una misma persona los obstáculos se multiplican y lo vemos diariamente, por ejemplo, entre las mujeres con discapacidad mayores de 50 años, que tienen que hacer frente a multitud de prejuicios y estereotipos ligados a la discapacidad, a la edad o al género. Dentro del amplio espectro de discapacidades, también observamos que aquellas que son de tipo mental o psicosocial afrontan un mayor estigma. En estos casos hay que trabajar mucho el entorno, insistir en la sensibilización y en el cambio cultural en las empresas, para que puedan vencer miedos y ser verdaderamente inclusivas.
A pesar de que la Diversidad viene ganando terreno en el mundo empresarial, ¿cuáles son las grandes asignaturas pendientes que quedan por superar?
En primer lugar, es necesario subrayar que el sector empresarial lleva muchos años dando un salto hacia delante con consistencia, continuidad y cada vez mayor conocimiento de las desigualdades sociales. Es por ello que las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DE&I) están ganando protagonismo en las compañías, conscientes de que abonan el terreno de empresas más prósperas y competitivas, así como de una sociedad más fértil y cohesionada. Sin embargo, son muchos los retos por delante, entre otros, apuntalar el compromiso del Comité de Dirección como motor clave para que la preocupación por la DE&I irradie en toda la compañía. Para lograrlo, en 2019 desarrollamos la Alianza #CEOPorLaDiversidad, junto a la Fundación CEOE, que hoy cumple su quinto aniversario, con 91 CEO adheridos con la misión de acelerar las políticas de diversidad en España. A partir de ahí, son muchos los topics y retos concretos en los que hemos de poner foco, entre otros, definir estrategias de alto impacto para optimizar el talento sénior, reducir la brecha de género o gestionar la diversidad cultural, teniendo en cuenta que en los próximos 25 años llegarán a España unos 7 millones de personas migrantes, con gran potencial para llenar el vacío de una población activa nativa decreciente. Para todo ello, las alianzas con partners sociales son determinantes para que las empresas prosperen en sus objetivos de DE&I.
¿Podrá la Inteligencia Artificial convertirse en una herramienta para facilitar el acceso al mercado laboral de personas en riesgo de exclusión social?
La IA tiene un inmenso potencial para derribar barreras históricas y de accesibilidad que tradicionalmente han lastrado, por ejemplo, la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Sin embargo, hay que definir y evaluar bien sus riesgos. Si el conjunto de datos utilizados para el entrenamiento de los sistemas inteligentes contiene sesgos o refleja desigualdades persistentes en la sociedad, estos sistemas pueden aprender y perpetuar dichos sesgos en sus resultados. Por tanto, es fundamental adoptar prácticas de desarrollo ético de la IA, como la selección cuidadosa de los datos de entrenamiento, el monitoreo constante de sesgos o la promoción de la diversidad en los equipos de desarrollo, para que los algoritmos sean inclusivos. Todo ello sin caer en la sobrecompensación, para no terminar generando el efecto contrario.
María Petit
¿Qué apoyo adicional les gustaría recibir de las empresas y de la Administración Pública para expandir vuestra labor?
En tres palabras: confianza, colaboración y compromiso. Nuestra misión social, el Empleo Para Todas las personas es un reto universal que no podría materializarse sin la implicación de la Administración y de las empresas. Las alianzas y el trabajo en equipo con los servicios públicos de las diferentes CCAA es clave para que podamos hacer lo que mejor sabemos, bajo la estructura de apoyo que ofrece la Administración: impulsar programas de empleo que lleguen a tantas personas en riesgo de exclusión como sea posible.
Por su parte las empresas, como agentes generadores de empleo, desempeñan un papel imprescindible para que las personas beneficiaras de la Fundación Adecco puedan trabajar y normalizar su vida a través del empleo. Todo ello implica un compromiso estratégico, más allá de lo puntual, que se traduce en un apoyo continuo y alineado con nuestra misión social. Una misión que redunda en la competitividad empresarial, consolidando organizaciones más competitivas y resilientes.
Una experiencia con alguno de los embajadores de la Fundación Adecco que le haya marcado personalmente
Recuerdo un viaje a Guayaquil con Pablo Pineda, donde estuvimos invitados por el alcalde de la ciudad Jaime Nebot para la apertura de las jornadas Guayaquil inclusivo. Durante esas jornadas nos nombraron huéspedes de honor de la ciudad. Durante el vuelo a Guayaquil hablamos de política, historia y economía en general y me quedé abrumado del conocimiento que tenía Pablo. Cuando salíamos de vuelta en el aeropuerto, el policía del control de aduanas en el momento de entregar ambos el pasaporte. se dirigió a mí mirando a Pablo y me preguntó: ¿este señor viaja con usted? A lo que Pablo apresuradamente y, con la rapidez mental que le caracteriza, irónicamente y con sorna le espetó:¡ no, él viaja conmigo!