GlovoGlovo ha decidido dar un giro a su modelo de negocio en España al pasar de contar con repartidores autónomos a contratar empleados. La compañía ha comunicado que este cambio responde a su «firme compromiso con España» y con la «promoción de la economía digital en el país». Esta transición afectará a las más de 900 ciudades en las que la plataforma opera actualmente, y se extenderá a todas las verticales de la aplicación, lo que podría implicar la incorporación de hasta 15.000 nuevos trabajadores.
A pesar del cambio en la estructura laboral, la empresa asegura que el servicio no se verá afectado en su calidad, manteniendo tiempos de entrega eficientes y la disponibilidad de repartidores a lo largo del día. Glovo también ha anunciado la apertura de una mesa de diálogo con los agentes sociales, para garantizar que el proceso se lleve a cabo de forma consensuada. Invitando incluso a otros operadores del sector a sumarse a la transición.
La decisión llega después de que la Fiscalía acusara al CEO y fundador de Glovo, Óscar Pierre, de mantener a los repartidores bajo un modelo de «falsos autónomos» que contraviene la Ley Rider, aprobada en 2020. La fiscalía considera que los riders son empleados por cuenta ajena, lo que llevó a la imputación de Pierre, quien deberá declarar mañana ante la jueza.
En este contexto, el Ministerio de Trabajo ha recordado a la firma que la reforma del código penal en 2022 incluye penas para este tipo de prácticas. Glovo, que ya ha sido multada con más de 200 millones de euros, parece haber optado por adaptarse para evitar mayores sanciones.
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