PexelsLas prejubilaciones son un tema que últimamente está en el ojo del huracán. Aunque a primera vista parecen ser una buena solución para que los trabajadores mayores de 55 años salgan del mercado laboral antes de tiempo, no encajan muy bien con la lucha contra el «edadismo» o con las políticas del Gobierno, que defienden que la gente trabaje más años si quiere. Aun así, siguen siendo bastante comunes. Según un estudio de Cuatrecasas, las empresas las usan en un 30% de los despidos colectivos, especialmente cuando los afectados superan los 55 años.
El estudio revela que en el 62% de los casos, entre un 16% y un 24% de los despedidos son prejubilados. En el 31% de los procesos, los prejubilados representan menos del 15%. Solo en un 8% de los casos hay más del 25% de trabajadores mayores prejubilados. Así que, de media, entre el 15% y el 20% de los que pierden su empleo en un ERE acaban prejubilados.
¿Qué es exactamente una prejubilación?
Lo curioso es que las prejubilaciones no están reguladas, no hay estadísticas claras y ni siquiera en los informes oficiales del Ministerio de Trabajo se diferencian por edad. Pero a pesar de no estar reguladas como tal, se siguen usando mucho. Según Cuatrecasas, las empresas las ven como una forma de hacer el despido más «suave» y también para hacer hueco a nuevas generaciones, todo mientras se ajustan a sus necesidades.
Aunque se presentan como una opción «voluntaria», lo cierto es que la prejubilación está directamente relacionada con el despido colectivo. La ventaja para los afectados es que pueden recibir una compensación económica para poder seguir viviendo hasta la jubilación, además de las prestaciones por desempleo del SEPE. Y, en muchos casos, también tienen un convenio con la Seguridad Social para que sus cotizaciones y futuros derechos de pensión no se vean afectados.
¿Cuándo puedes prejubilarte?
Lo normal es que la edad para acceder a una prejubilación esté en torno a los 55 años, aunque en algunos casos puede llegar hasta los 63. Esta medida permite que los afectados se puedan jubilar antes de lo habitual, con condiciones mejores que si lo hicieran voluntariamente. Eso sí, los que se prejubilan a través de un despido colectivo tienen derecho a la jubilación anticipada «involuntaria», que tiene menos penalización en la pensión que la voluntaria. Por otro lado, los que no pasan por un despido no pueden acceder a paro, lo que hace la diferencia.
¿Qué pasa con los mayores de 55 años en los despidos colectivos?
El informe también dice que casi la mitad de los despidos colectivos (un 49%) incluye a trabajadores mayores de 55 años con un convenio con la Seguridad Social. Pero ojo, en un 19% de esos casos no se incluyen prejubilaciones. A menudo, las empresas combinan ambas opciones, por lo que la cantidad de seniors afectados podría ser incluso mayor de lo que parece.
La «cláusula Telefónica» y el impacto para las empresas
Un tema importante aquí es la «cláusula Telefónica«, que obliga a las empresas con beneficios a pagar al Estado por los costes del desempleo de los mayores de 50 años que despiden. Desde que se implementó en 2013, el Estado ha ingresado casi 1.000 millones de euros gracias a esta cláusula, aplicada a más de 31.000 trabajadores despedidos de 102 empresas.
Aunque el dinero recaudado no es mucho en comparación con el coste total de los EREs, esta cláusula ha hecho que muchas empresas piensen dos veces antes de hacer despidos masivos. Cuatrecasas señala que, aunque no siempre lo reconocen, las empresas suelen tener en cuenta este coste extra a la hora de tomar decisiones sobre prejubilaciones.
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