Es una realidad. La IA ha venido y lo ha hecho para quedarse. También entre los CEO y directivos españoles, o más bien, sobre todo entre ellos. Y es que el informe ¿Cómo se están adaptando las empresas europeas a la inteligencia artificial?, elaborado por EY, asegura que más del 84% de los directivos afirman utilizar aplicaciones de IA, en contraste con solo el 67% de los empleados en niveles no ejecutivos. “Esta diferencia subraya el papel de liderazgo que los directivos están asumiendo en la región, reconociendo y aprovechando el valor estratégico que la IA aporta a la toma de decisiones empresariales”, destaca Enrique Manso, socio responsable del equipo de IA en EY España. Así, nuestro país se sitúa a la cabeza en el continente, seguido de Suiza e Italia. Y es que casi la mitad de los directivos afirman que el uso de la IA les ha permitido ahorrar costes, aumentar los beneficios o ambas cosas. Sin embargo, y aunque los datos son más que prometedores, España sigue por detrás de países como EE.UU. o China, donde la digitalización empresarial comenzó antes y con mayor inversión.
Sin duda, la IA está impulsando transformaciones significativas en diversos sectores económicos de nuestro país. Así, “el sector bancario y financiero está utilizando la IA para mejorar la experiencia del cliente, la gestión de riesgos y la detección de fraudes; las telecomunicaciones, para optimizar las redes y mejorar el servicio al cliente; en el ámbito de la energía se emplea para la gestión eficiente de recursos y el desarrollo de soluciones sostenibles; el sector sanitario está adoptando la IA para el diagnóstico asistido, la personalización de tratamientos y la mejora en la gestión hospitalaria; o en el comercio, tanto en tiendas físicas como en plataformas en línea, la IA está personalizando la experiencia de compra y optimizando la logística y la gestión de inventarios. En el caso, el sector tecnológico y de servicios está innovando con el desarrollo de asistentes virtuales y soluciones de automatización de procesos”, destaca Manso.

Enrique Manso, socio responsable del equipo de IA en EY España
En este sentido, Elodie Perthuisot, CEO de Carrefour España, recientemente ha anunciado el lanzamiento de su nuevo ‘Super Agente’ de IA, que responde al nombre de Super Agente Uno. IA, y que, según la directiva, “prepara a Carrefour España para su futuro, haciendo el día a día más ágil y efectivo”. Este asistente estará presente en todas sus reuniones y correos electrónicos, con el objetivo de optimizar varios procesos clave dentro de la compañía. Así, tendrá varias funciones, entre las que destacan la optimización de procesos operativos, “mejorando la eficiencia en tiendas, logística y gestión de productos”; el impulso de la innovación, “identificando nuevas tendencias y estrategias enfocadas en una alimentación más saludable y sostenible”; la mejora de la experiencia del cliente, “analizando datos para sugerir iniciativas que fidelicen y atraigan más clientes”, la facilitación de la toma de decisiones, “resumiendo información clave, generar informes y aportar ideas que impulsen el crecimiento de la empresa”, o el seguimiento de la actualidad del sector.
Otra de las compañías donde “la IA es una de las palancas tecnológicas clave en el camino hacia la digitalización de nuestras fábricas” es Gestamp. “Comenzamos hace casi una década con la monitorización de los consumos energéticos de las plantas y de allí, conjugado con nuestra estrategia global de data e IA, hemos ido aplicando diversos tipos de modelos analíticos con los que obtener mejoras y ahorros”, destaca Diego Mallada, su IT Digital Tech CTO. Y añade: “La IA se usa principalmente en decisiones relacionadas con eficiencia operativa, optimización de la producción, mantenimiento predictivo, detección de anomalías en procesos, gestión de calidad, análisis de riesgos y toma de decisiones estratégicas basadas en datos. En algunos casos, también facilita la personalización de productos y servicios en función de las tendencias del mercado”.
Si bien ambos directivos son conscientes de todas las ventajas que aporta la IA, Perthuisot da un paso más al asegurar que “no sé si algún día me sustituirá, pero lo que tengo claro es que está preparando a Carrefour España para su futuro”. Entonces, como la propia CEO reconoce, ¿podría una IA reemplazarla?

Elodie Perthuisot, CEO de Carrefour España
QUÉ SERÁ, SERÁ…
Nuria Ávalos, directora general de IndesIA, lo tiene claro. “Hasta ahora, ninguna forma de IA puede reemplazar por completo a los seres humanos. Por tanto, no debemos percibirla como una herramienta que pueda automatizar al 100% el trabajo y realizarlo de manera perfecta, en contraposición a cómo lo haría un humano”. En su opinión, la IA se presenta como una herramienta con un enorme potencial para mejorar y complementar el trabajo de las personas. Funciona como un copiloto que puede acompañar a los trabajadores, especialmente en tareas repetitivas y de baja complejidad, no solo aumentando la eficiencia, sino también fomentando la creatividad y el pensamiento crítico. Es más, la IA es una oportunidad para el empleo. “Según un estudio que elaboramos con Talent Hackers, el año pasado se publicaron alrededor de 120.000 ofertas de empleo tecnológicas y de ellas más del 24% eran de data e IA (29.100), y muchas de ellas, un 15% de data y el 50% de IA, no pudieron cubrirse por falta de talento experto”, destaca Ávalos.
En este sentido, Manso, de EY, asegura que “no existen peligros, sino desafíos. Las empresas enfrentan varios retos comunes, incluyendo la necesidad de optimizar sus estructuras de datos, atraer talento especializado, identificar casos de uso donde la IA pueda marcar una diferencia significativa y superar la resistencia al cambio”. A ellas se suman dos cuestiones críticas. Por una parte, la inversión en I+D+i en España se sitúa por debajo del 1,5% del PIB, lo que representa la mitad del objetivo establecido por la Estrategia Europa 2020 (3%), y que, en su opinión, “pone en riesgo nuestra capacidad para competir con países líderes en IA. Además, el hecho de que existe una fragmentación en la investigación, con múltiples instituciones trabajando de manera aislada, a diferencia de países como Francia, que han centralizado sus esfuerzos en grandes centros de investigación en IA, atrayendo talento internacional y fomentando la innovación de manera más efectiva”.

Nuria Ávalos, directora general de IndesIA
Mallada, de Gestamp, añade que las empresas deben abordar el desafío de establecer un entendimiento claro y expectativas realistas sobre las capacidades de la IA, “lo que requiere un mayor conocimiento técnico de base. Esto es fundamental para la integración efectiva de modelos y algoritmos en los ecosistemas de TI de las organizaciones”. Y añade un punto fundamental: En España, la tecnología también está mal remunerada, lo que provoca una fuga de talento y la ejecución de proyectos técnicos complejos sin las garantías necesarias en términos de capacidades humanas debido a esos bajos salarios. “Por lo tanto, es esencial que las empresas adopten un enfoque proactivo e inviertan en la formación de sus empleados en competencias relacionadas con la IA. Esta tiene el potencial de aumentar la productividad, pero su éxito dependerá de la capacidad de las organizaciones para capacitar a su fuerza laboral en el uso eficaz de estas tecnologías”.
ERROR HUMANO VS ERROR IA
Y es que, aunque la IA puede reducir los errores humanos, también puede cometerlos. Estos pueden ser causados por datos de entrenamiento sesgados, problemas de interpretación y contexto. Por este motivo, según Ávalos, “es importante contar con datos fiables y sobre todo saber interpretarlos y no obviar la revisión humana. La IA es una tecnología que nos puede ayudar, pero nunca sustituirnos”.

Diego Mallada, IT Digital Tech CTO de Gestamp
De la misma opinión se muestra Mallada, Gestamp, quien asegura que “su eficacia depende de la calidad de los datos con los que se entrena y de la supervisión humana para evitar conclusiones erróneas o no alineadas con los objetivos del negocio. El futuro apunta a una mayor integración de la IA en procesos industriales y de negocio, pero el verdadero salto vendrá seguramente cuando la IA y la cuántica trabajen de forma productiva en paralelo. A nivel empresarial, el desafío será equilibrar la innovación tecnológica con la necesidad de supervisión y control humano en la toma de decisiones”.