En 2023, el teletrabajo ha experimentado un notable declive en España. Solo un 19% de la población planea teletrabajar este verano, comparado con el 44% que lo preveía en 2023, según un estudio de DE-CIX. Varias razones explican esta caída, siendo el retorno a la presencialidad y las dificultades técnicas las más destacadas.
Muchas empresas han vuelto a priorizar la colaboración cara a cara, considerándola esencial para la productividad y el desarrollo profesional. Este retorno a las oficinas ha llevado a una reducción significativa del teletrabajo. Además, problemas de conexión a Internet siguen siendo una preocupación para el 43,5% de los teletrabajadores, especialmente en regiones como Murcia, Cataluña y Canarias.
Un estudio de EADA Business School revela que una de cada tres empresas en España ha reducido o eliminado el teletrabajo, pese a que la demanda de esta modalidad por parte de los trabajadores sigue en aumento. Las compañías argumentan que el teletrabajo reduce la creatividad y debilita las relaciones entre compañeros. Sin embargo, casi el 60% de los empleados estaría dispuesto a cambiar de empleo si no se les permite teletrabajar.
Conclusiones tras la pandemia
Después de la pandemia, el 88% de los profesionales valora positivamente el teletrabajo, con la fórmula híbrida (52%) siendo la más común. Un 51% considera que es más productivo trabajando desde casa, el porcentaje más alto registrado en la encuesta, que cumple su tercera edición. En contraste, un 39% de los jefes cree que sus equipos son más productivos desde casa, y la mayoría (47%) opina que la productividad es igual en casa y en la oficina.
A pesar del escepticismo de algunos empresarios, el 90% de los jefes se siente capaz de liderar equipos remotos, y un 53% de los encuestados afirma que no hay barreras para trabajar desde casa, comparado con el 24% que observaba obstáculos en 2020. «Hemos aprendido de la experiencia forzada por la pandemia. Ahora, tanto empresas como profesionales hemos adquirido habilidades que nos permiten aprovechar el teletrabajo», comenta Aline Masuda, directora del estudio. Añade que «el dilema actual no es si utilizamos el teletrabajo o no, sino cuál es la proporción adecuada para mejorar el rendimiento y la vida de los profesionales».
Análisis al detalle
Carlos Liébana, CEO de Factor Libre, destaca que la falta de contacto diario puede dificultar la evaluación del rendimiento y la gestión efectiva de los equipos, especialmente en verano, cuando las distracciones son mayores. Sin embargo, para sectores como la tecnología, el teletrabajo no tiene estacionalidad. «En roles de tecnología, el teletrabajo es indispensable. Sin esta opción, es difícil atraer talento», señala.
Desde una perspectiva organizativa, el 71% de las empresas no asume los costes asociados al teletrabajo, como wifi, equipamiento o electricidad. La normativa exige compensar estos gastos si el teletrabajo supera el 30% de la jornada, lo que lleva a muchas empresas a limitar esta práctica justo por debajo de ese umbral.
En cuanto a la relación laboral, el 83% de los empleados siente que sus jefes respetan su derecho a desconectar y no desconfían por teletrabajar. Además, el 36% ve el teletrabajo como un derecho y el 64% como un beneficio opcional. Un abrumador 91% está convencido de que el teletrabajo ha llegado para quedarse.
Guillermo Hernaiz, director de GHPress, señala que el teletrabajo «ahorra tiempo en desplazamientos y permite conciliar mejor la vida familiar». Sin embargo, también advierte que requiere disciplina y fuerza de voluntad para mantenerse enfocado sin la supervisión directa de un jefe.
Otras áreas del teletrabajo
El ‘smartphone’ se ha convertido en un aliado clave para superar problemas de conexión. Dos de cada tres teletrabajadores utilizan los datos de su móvil para trabajar en otros dispositivos, siendo los trabajadores de entre 30 y 44 años los que más recurren a esta solución. No obstante, casi la mitad de los encuestados considera que la conexión a Internet no es tan buena en zonas turísticas o rurales, lo que supone un obstáculo para la productividad.
En el debate sobre los beneficios del teletrabajo y las quejas por el retorno a la oficina, se ha ignorado un aspecto crucial: la ansiedad por productividad. Un estudio en Reino Unido revela que, aunque el 61% de los empleados se siente más productivo trabajando desde casa, dos tercios de ellos experimentan ansiedad por productividad. Esta ansiedad se manifiesta en la sensación de no ser lo suficientemente productivo, perfeccionismo, miedo al fracaso y necesidad de validación externa.
El estudio destaca que casi el 60% de los encuestados considera que el reconocimiento y la retroalimentación entre empleados y empleadores son claves para reducir esta ansiedad. Un formato híbrido, combinando teletrabajo y trabajo en oficina, podría ser la mejor forma de aprovechar los beneficios del trabajo remoto sin caer en estos problemas.
Fernando Pedraza, CEO de Reveni, cree que la baja adopción del teletrabajo en algunas empresas se debe al miedo de los empresarios a que se utilice como «vacaciones» encubiertas. Sin embargo, reconoce que en empresas pequeñas es más fácil medir el rendimiento, aunque es más difícil inculcar la cultura de la empresa.
El teletrabajo sigue siendo una modalidad en evolución, con desafíos y oportunidades. Su futuro dependerá de encontrar el equilibrio adecuado entre flexibilidad y productividad, y de superar las barreras tecnológicas y culturales que aún persisten.
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