La Inteligencia Artificial (IA) está en boca de todos y cada vez se habla más de ella, pero su aplicación práctica en las empresas españolas todavía no está tan difundida.
Sin embargo, según una encuesta sobre esta tecnología realizada por la consultora PwC, la mayoría de expertos, directivos y empresarios estiman que tendrá un impacto significativo tanto en la productividad como en el mercado laboral español en unos pocos años.
Según los datos recopilados, el 77,2% de los encuestados cree que la IA generativa influirá en la productividad, mientras que el 65,3% considera que también afectará al mercado de trabajo. Sin embargo, solo el 16% ha experimentado beneficios tangibles relacionados con la reducción de costos, la eficiencia operativa o la productividad.
A pesar de estas expectativas, el 80,4% de los encuestados no cree que la inteligencia artificial ponga en riesgo la viabilidad de las empresas. De hecho, el 59,8% piensa que tendrá un impacto significativo en áreas específicas de las compañías, aunque su alcance todavía no está completamente claro para muchos de ellos.
En cuanto a la implementación de la IA generativa, la encuesta revela que muchas empresas aún no han tomado medidas significativas para implementar esta tecnología. A penas el 21,3% está realizando pruebas piloto, mientras que el 26% se está enfocando en la formación de empleados.
Los encuestados señalan que los principales desafíos para la adopción de la inteligencia artificial son la integración con sistemas existentes, el cambio cultural y la adquisición de talento.
PWC explica que dos de las cuestiones más polémicas en relación con la IA generativa son su impacto en el empleo y su regulación.
Respecto al primer punto, el 53,1% considera que esta tecnología transformará la naturaleza de algunos trabajos y que también reconfigurará la fuerza laboral. Sin embargo, el 42,9% de los encuestados no cree que destruya empleos a corto plazo, y el 22% indica que el impacto en el desempleo será inferior al 10%.
En cuanto a la regulación de la inteligencia artificial, el 57,1% considera crucial regular su uso para garantizar un desarrollo ético y responsable.
Finalmente, los encuestados señalan que si bien esta tecnología beneficiará a todos los sectores, hay algunos, como la industria, la salud y las telecomunicaciones, mejor posicionados para aprovechar sus capacidades. Del otro lado, las Administraciones Públicas y la agricultura se consideran como las menos favorecidas porque genera incertidumbre en cómo implementarla.
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