McDonald’s de Taupo: la posibilidad de comer dentro de un avión

Entre los más de 36.000 restaurantes que McDonald’s tiene repartidos por más de un centenar de países, uno de los más singulares se encuentra en Nueva Zelanda. En la localidad de Taupo, se puede disfrutar de una Big Mac a bordo de un avión Douglas DC-3, un modelo histórico que voló por primera vez en 1935. Aunque este ejemplar específico fue fabricado en 1943, su incorporación al restaurante hace 10 años lo convierte en el McDonald’s más peculiar del mundo.

Una joya de la aviación

El Douglas DC-3 revolucionó el transporte de pasajeros en los años 30 y 40. Diseñado por Arthur E. Raymond y su equipo, su avanzada ingeniería ha permitido que muchos de estos aviones sigan en funcionamiento casi un siglo después. En Taupo, el avión no vuela, lo que tranquiliza a los clientes con miedo a volar. Para aquellos que prefieren no subirse a un avión, el restaurante también cuenta con las instalaciones convencionales de McDonald’s junto al DC-3.

Alta demanda y experiencia única

El gran atractivo de este McDonald’s es la oportunidad de comer dentro del avión, aunque la alta demanda puede dificultar conseguir una mesa. El interior del avión está equipado únicamente con mesas y sillas, y las ventanillas han sido ampliadas para ofrecer más luz y una sensación menos claustrofóbica. El avión tiene capacidad para 20 comensales, distribuidos en mesas de dos personas.

Historia y Transformación

La idea de incorporar un avión al restaurante comenzó en 2014, cuando los responsables de McDonald’s en Nueva Zelanda decidieron transformar un avión abandonado durante 24 años. Originalmente pintado de rojo, el color clásico de la marca, el avión fue repintado de verde en 2019 para alinearse con el nuevo color corporativo de McDonald’s. El interior fue completamente remodelado para su nuevo uso, pero la cabina del piloto se mantuvo intacta y está protegida por una mampara transparente, permitiendo a los visitantes ver y fotografiar su interior. Las hélices se conservan, aunque los motores fueron retirados para reducir el peso.

Un cartel en el restaurante narra la historia del avión, mostrando fotos de su época activa y una lista de sus pilotos. Este DC-3 en particular sirvió inicialmente a la compañía New Zealand’s South Pacific Airlines durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, fue convertido en un avión fumigador en Estados Unidos y permaneció en servicio hasta 1984, acumulando un total de 56.282 horas de vuelo antes de ser abandonado. Finalmente, fue adquirido por un concesionario de automóviles que lo utilizó como reclamo publicitario antes de ser comprado por McDonald’s en los años 90.

El McDonald’s de Taupo es más que un simple restaurante de comida rápida; es una pieza de historia de la aviación y una atracción turística. Tras años sin saber qué hacer con el avión, McDonald’s lo reacondicionó como parte de sus instalaciones, ofreciendo a los visitantes una experiencia única: disfrutar de una comida a bordo de un icónico avión de los años 40.

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