Volvo Cars ha registrado una caída del 14% en sus ventas globales durante el mes de julio, con un total de 49.273 vehículos entregados, según ha informado este lunes la compañía sueca, propiedad mayoritaria del grupo chino Geely.
El retroceso más acusado se produjo en los modelos totalmente eléctricos, cuyas entregas se desplomaron un 26%, hasta representar apenas el 21% del total de ventas de la marca durante el mes.
Tampoco los modelos electrificados en general —que incluyen los híbridos enchufables— escaparon de la tendencia negativa, con una caída del 21%, abarcando el 45% del volumen total.
La compañía no ha detallado los motivos específicos del descenso, aunque este se produce en un contexto de volatilidad en la demanda global, problemas en la cadena de suministro, y creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos (EV).
Pese a los retrocesos, Volvo mantiene su compromiso de avanzar hacia una electrificación total, con el objetivo de convertirse en una marca 100% eléctrica para 2030. Sin embargo, las cifras de julio podrían obligar a revisar su estrategia de corto plazo en función de la evolución del mercado.
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