Mitsubishi recupera su buque insignia, el Outlander en versión hibrido enchufable

El nuevo SUV con tracción integral duplica su autonomía en modo eléctrico a 85 km y ya está a la venta desde 44.300 euros con ocho años de garantía

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Hace cinco años, Mitsubishi se planteó dejar los mercados europeos. Ahora, en 2025, no solo cuenta con una gama muy atractiva de tres modelos con versiones electrificadas que, en parte, se apoya en la producción de Renault, sino que además acaba de recuperar a su buque insignia, el Outlander, en versión híbrida enchufable (PHEV), etiqueta 0 y con el doble de autonomía en modo exclusivamente eléctrico que su antecesor: 85 km. Incluye una garantía de ocho años o 160.000 km.

Este año va a ser clave para Mitsubishi en Europa y España; la gama crece con la llegada del nuevo Grandis el próximo mes de junio, un modelo basado en el Renault Symbioz y que se fabricará en Valladolid, y en la segunda parte del año, otro modelo 100% eléctrico.

New Outlander

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El Outlander es el buque insignia de la marca japonesa, un todoterreno muy valorado por los apasionados del off road y descendiente directo del mítico Montero en su denominación española (en el resto del mundo se llamaba Pajero). La primera generación del Mitsubishi Outlander se lanzó en 2001 y en el Salón de París de 2012 se desveló la versión híbrida enchufable. Fue el primer SUV con sistema de propulsión PHEV que se comercializó en 2013 y 2019. En Europa se vendieron 200.000 unidades, unas 6.200 en España.

Ahora regresa al mercado la que podríamos llamar cuarta generación, que será clave para la imagen de la marca en Europa. Este nuevo modelo es un 100% japonés que se fabrica en la planta de Mitsubishi en Okazaki y en abril estará en las carreteras y calles de España.

Es un coche grande; mide 4,71 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,75 de alto, con una distancia entre ejes de 2,70 metros. Pero no aparenta esas grandes dimensiones en su aspecto ni en la maniobrabilidad. Es ágil, elegante por fuera, con un toque de diseño clásico que se agradece y que los responsables de Mitsubishi dicen que está inspirado en el antiguo Montero. Lo más llamativo son los faros en forma de C situados en los extremos del frontal. Las llantas pueden ser de 18 o 20 pulgadas y se puede elegir con siete colores de carrocería, uno de ellos nuevo, un gris azulado metalizado, con el techo en contraste en negro o plateado.

New Outlander

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En el interior transmite una clara sensación de calidad, confort y maniobrabilidad. Con asientos cómodos, que incorporan ajustes eléctricos, ventilación, masaje y unas tapicerías y materiales que transmiten sensación de calidad y durabilidad. Se agradecen los grandes mandos de la palanca del cambio y la rueda para la selección de los modos de conducción en la consola central, aunque también hay grandes pantallas digitales en el centro del salpicadero y como cuadro de instrumentos frente al conductor. Todo ello sonorizado con un equipo de audio Yamaha con 12 altavoces que convierte el paseo por el campo en una experiencia para todos los sentidos.

Es un 40% más potente que la generación anterior, en total 306 caballos, combinando el motor de gasolina de cuatro cilindros y 16 válvulas de 136 caballos y los dos motores eléctricos, uno sobre el eje delantero de 116 caballos y otro sobre el trasero de 136. El sistema lo completa una batería de iones de litio con una tensión total de 355 V que le permite circular en modo exclusivamente eléctrico unos 85 km, el doble que la anterior generación. Esa carga eléctrica, unida al depósito de combustible de 53 litros, le da una autonomía total de unos 844 km.

Probé el nuevo Outlander en carreteras y autopistas de los alrededores de Lisboa y en una zona de pistas cerca del Alentejo donde se corren algunos tramos de la Baja Portugal. Una combinación estupenda que puso al límite la tormenta Martinho y el diluvio que llegó con ella. Árboles caídos, cambios en el recorrido porque algunas pistas eran ahora un río con corriente y charcos sobre el asfalto donde podrían criar las ranas. El Outlander fue una de las mejores opciones para conducir en esas circunstancias.

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El sistema de control de la tracción integral funciona de forma automática, pero el conductor puede elegir, además de la gestión de la energía para circular exclusivamente en modo eléctrico, híbrido de forma automática o con máxima recarga, siete modos de conducción en función del firme o el tipo de viaje: normal, eco, power, asfalto, grava, nieve o barro. En el recorrido había tanta agua en el asfalto que en algún momento optamos por el modo barro para una mayor adherencia.

Pese a las difíciles condiciones, el Outlander resulta seguro y lo transmite. Tiene una buena frenada y es fácil de controlar. Los sistemas de ayuda a la conducción pueden ser un poco invasivos en sonido, pero se pueden desactivar fácilmente pulsando una tecla, aunque se vuelven a activar a los pocos minutos. Incomodidad a cambio de seguridad.

En el mercado español va a haber cuatro versiones. La básica se denomina Motion e incluye cámara de 360 grados, ocho airbags, navegación integrada y pantallas de 12,3 pulgadas con un precio base de 44.300 euros; las versiones centrales, Kaitei desde 49.900 euros y Kaitei+ desde 52.500, se prevé que concentren el 70% de las ventas en España. La más equipada, First Edition, arranca en los 54.500 euros, sin opcionales. En el caso de que se volviese a activar el plan Moves, todos los Outlander estarán beneficiados con la ayuda.

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