Muchos creían que los V12 habían muerto, pero lo cierto es que no. Un buen ejemplo de ello es que Ferrari aún los mantiene. Asimismo, Pagani se mantiene fiel a su propulsor Mercedes-AMG de toda la vida, pero con algunas actualizaciones; y no podemos olvidarnos de los nuevos Aston Martin Valkyrie o el Murray T50. A todos ellos se les une el Nilu, el primer modelo de una marca de coches que tiene su historia.
El Nilu es un nuevo hypercar que cuenta con motor atmosférico V12 y 1.000 CV de potencia. Sin embargo, no está electrificado y carece de las últimas ayudas tecnológicas que presentan el resto de opciones del mercado. Su creador afirma que esto se debe a que quiere recuperar el placer puro de la conducción, así como el desafío que esto suponía en los 60 y los 70. Por tanto, es un coche reservado únicamente a unos pocos.
Nilu27 es una nueva marca creada por Sasha Selipanov, diseñador de gran reputación en el campo de los hiperdeportivos que, hasta hace muy poco, estaba con Koenigsegg. Aunque este cree en la filosofía Bauhaus que afirma que la forma sigue a la función, dice haberse inspirado en la Fórmula 1 y Le Mans del pasado, así como en los clásicos italianos a la hora de diseñar el Nilu. Este vehículo parece estar muy trabajado aerodinámicamente, pues no es fácil conseguir una línea elegante y pura, de secciones transversales estrechas y longitudinalmente fluido, de suaves y esbeltas sinuosidad que, además, resulte adecuado a las prestaciones previstas.
Lo más destacado del Nilu son su cabina transparente y buena parte de su mecánica vista (motor, tubo de escape, suspensiones traseras…). Además, su chasis tiene una célula central de fibra de carbono, con 2 subchasis delanteros y traseros tubulares de aluminio, que le permite un mejor acceso a la mecánica y una evacuación superior del calor del motor.
El interior del mentado automóvil es elegante, simple y amplio para uno de sus características. En él, hay una sola pantalla, pero no es de infoentretenimiento ni está destinada a controlar los datos del coche o sus elementos auxiliares, sino que se corresponde con su cámara de visión trasera. Asimismo, destaca su volante circular completo, sin interruptores ni mandos. Estas no se tratan de elecciones estéticas, sino filosóficas: no hay modos de conducción, configuraciones ni reglajes. Los mandos del Nilu son los propios de la era analógica, lo cual incluye el cambio de 7 velocidades con palanca en el suelo, que se desliza por un parrilla.
Tanto el volante, como los pedales, el reposacabezas, los espejos laterales y otros ajustes de este vehículo son deliberadamente manuales, y se accede a ellos por medio de palancas e interruptores muy agradables.
«Mi camino en la industria nunca ha consistido en seguir reglas y ceñirme a las normas. Nunca tuve miedo de seguir mi intuición o perseguir mis sueños. Romper las convenciones es simplemente una consecuencia. Lo mismo ocurre con Nilu, un hypercar que descarta las tendencias y convenciones actuales en pos de una experiencia automovilística superior», señala Sasha Selipanov.
Su objetivo era conseguir un motor V12, que encontró al otro lado del mundo, en las Antípodas, Nueva Zelanda. Este, que es obra de Hartley Engines, se trata de un V12 de 6,5 litros de arquitectura inusual, ya que el ángulo de la V es de 80 grados. Es, por tanto, un motor de «carrera corta», capaz de ofrecer 1.000 CV. Sin embargo, visualmente, llama la atención por sus tubos de escape, de tipo «espagueti», situados en el centro de la V. Cabe destacar que estos se han impreso en 3, usando Iconel.
«Hemos estado trabajando silenciosamente en el diseño y la disposición de nuestro propio motor durante los últimos años, inspirándonos en los coches de Fórmula 1 de finales de los 80 y principios de los 90. Nos esforzamos por lograr el tipo de ingeniería que es cruda, entrañable, emotiva y, a veces, un poco loca», ha dicho Nelson Hartley, su creador.
El motor del Nilu va acoplado a un cambio manual fabricado por Cima, especialista en estas transmisiones. El resto de sus soluciones son «clásicas»: suspensiones por dobles triángulos (de gran longitud) y push rod, muelles, amortiguadores, frenos carbocerámicos Brembo, llantas AppTech (aunque diseñadas por Nilu) de 20 pulgadas delante y 21 detrás y neumáticos Michelin Pilot Sport Cup.
Inicialmente, se fabricarán 15 unidades de este coche, que Aria Group montará en California. No obstante, la idea es fabricar y comercializar otras 45 street legal. De esto, se desprende que los 15 primeros deben ser track days.
“Mientras el mundo avanza hacia la electrificación, y por muy buenas razones, creemos firmemente que la atemporalidad de estos coches no sólo los mantendrá relevantes, sino que seguirán encontrando un lugar en las colecciones de los apasionados amantes de los coches”, sostiene Selipanov.
De momento, se desconoce cuál será el precio del nuevo Nilu, pero se cree que será muy elevado.
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