D. José Augusto Duarte (Embajador de Portugal): Azulejo ibérico

D. José Augusto Duarte destaca el potencial empresarial, estratégico e innovador de ambas naciones para convertir la región en una verdadera ‘obra de arte’ competitiva

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en EspañaD. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

Como un cuidadoso mosaico compuesto por piezas diversas y únicas, la región ibérica despliega un entramado de culturas, recursos y oportunidades que, ensamblados con visión estratégica, pueden crear una obra maestra de prosperidad compartida. D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España, desglosa cómo la complementariedad entre ambos países puede transformar esta unión en un auténtico mosaico de éxito, donde la suma de fortalezas permitirá superar los desafíos económico y geopolítico.

Tras su experiencia en China y Francia, ¿qué lecciones trae para fortalecer la competitividad de la región ibérica?

China es una potencia en ascenso, tanto económica como tecnológica, mientras que Francia es una de las economías más consolidadas de Europa. Sin embargo, ambas enfrentan desafíos propios. Tras 35 años de carrera diplomática, he aprendido que no existen modelos universales que funcionen igual en todas las naciones; siempre es crucial considerar los factores culturales y sociales para lograr resultados efectivos.

¿Cuáles son los pilares clave de la relación económica entre Portugal y España?

En los últimos 25 años, las relaciones comerciales entre Portugal y España se han fortalecido notablemente, consolidando a España como nuestro principal socio: destino de una cuarta parte de las exportaciones y origen de un tercio de las importaciones. Los pilares de esta relación son el comercio, la inversión y el turismo, con una creciente integración en las cadenas de suministro. Respecto al potencial de crecimiento, destacan sectores clave para reforzar la cooperación estratégica: la tecnología y lo digital, con startups y polos de innovación; el sector automóvil, con un papel relevante en la movilidad sostenible; y las energías renovables, especialmente el hidrógeno verde. También cobran importancia la economía azul, la sostenibilidad ambiental y las ciencias de la vida.

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

Hay más de 2.000 empresas españolas en Portugal y unas 260 portuguesas en España. ¿Qué obstáculos o incentivos existen para seguir fomentando la inversión cruzada?

Los flujos de inversión bilateral reflejan la solidez de nuestra relación. España representa más del 20% del stock total de inversión extranjera directa en Portugal a finales de 2024. Entre los incentivos para la inversión destacan la cercanía geográfica, la afinidad cultural y lingüística, y la estabilidad institucional y económica de ambos países. Por otro lado, los principales obstáculos suelen ser administrativos, como diferencias fiscales, laborales y burocráticas, que dificultan la internacionalización de las pymes.

¿Cómo valora la actual dependencia energética de Portugal respecto a España?

La integración de la oferta energética ibérica refuerza la competitividad de Portugal y España en la escena internacional. Sin embargo, la integración de la Península Ibérica en la red energética europea sigue siendo limitada, encontrando resistencias. Esta débil interconexión con el resto del sistema europeo crea un cuello de botella para la exportación de excedentes energéticos, al tiempo que dificulta el acceso, en las mismas condiciones, a los beneficios de las interconexiones eléctricas de los demás socios europeos. Reforzar las interconexiones entre España y el resto de Europa a través de los Pirineos o el Golfo de Vizcaya parece crucial para permitir el transporte de electricidad renovable a otros mercados europeos. Me gustaría añadir que la capacidad ibérica para liderar la transición energética ayudará sin duda a Europa a reducir su dependencia energética del exterior, garantizando la seguridad energética e impulsando el crecimiento verde.

Portugal superó a España en los rankings de libertad económica y apoyo a la empresa. ¿Qué se podría ‘importar’?

Portugal ha realizado un esfuerzo para avanzar en una economía más dinámica y competitiva, por ejemplo, eliminando barreras de entrada en sectores como las telecomunicaciones o el comercio internacional. Señalaría el esfuerzo para simplificar trámites administrativos, a través de iniciativas como el programa Empresa en una Hora, que ha facilitado la creación de nuevas empresas. También ha sido relevante la digitalización de la administración pública, reduciendo la burocracia. Se está prestando especial atención a las cuestiones fiscales, como la Agenda de Simplificación Fiscal.

No pretendo hacer un ejercicio sobre las actuaciones del gobierno portugués o cómo pueden servir de inspiración a España. Lo que sí puedo constatar es que existen puntos de convergencia en diversas medidas políticas entre ambos países, por ejemplo, en materia de competitividad, apoyo al desarrollo industrial, subidas salariales o energía.

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España junto a Felipe VI

¿Podrían las diferencias en fiscalidad, mercado laboral y política empresarial entre España y Portugal generar una “fuga de empresas”?

En lo que se refiere a las decisiones de localización empresarial, es una decisión estratégica exclusiva de las empresas. Ahora bien, el contexto de las relaciones bilaterales Portugal-España y su valor estratégico me lleva a afirmar que debemos contemplar la realidad ibérica más desde la perspectiva del fortalecimiento de su posición conjunta en el rompecabezas internacional y menos desde el punto de vista de la competencia.

¿Cómo valora el impacto de los aranceles?

Portugal y España sienten los impactos en varios sectores exportadores. Nuestros países ya han aportado medidas destinadas a proteger a nuestras empresas. Por ejemplo, Portugal avanzó con el Programa Reforzar, con un volumen superior a diez mil millones de euros y que incluye instrumentos financieros dirigidos a empresas con actividad exportadora e internacionalizada, con especial atención a la diversificación de mercados. Justamente, China y otras economías del sudeste asiático representan oportunidades muy relevantes, especialmente en sectores como agroalimentario, tecnología, energías renovables o el turismo. Las relaciones Mercosur- Unión Europea pueden representar un paso estratégico o una nueva faceta del liberalismo comercial en tiempos de proteccionismo. La clave está en mantener una red de relaciones comerciales abierta, diversa y resiliente, donde se reduzca la dependencia excesiva de determinados mercados y se maximicen las oportunidades a nivel global.

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

D. José Augusto Duarte, embajador de Portugal en España

¿Cree que Europa debería hacer más para proteger sus economías?

Esta es sin duda la gran cuestión que nos planteamos todos en Europa en este momento de tan grandes cambios en las relaciones comerciales internacionales. El contexto internacional actual nos obliga a todos a cuestionar opciones y modelos que teníamos como casi incuestionables. Yo creo en las reglas comunes del comercio internacional, pero mi entusiasmo por el sistema no puede volverme ingenuo e ignorar los hechos.

¿Cómo imagina a la economía ibérica en la próxima década?

Las economías de Portugal y España serán en diez años el resultado de lo que haremos en el presente. Por eso, si hacemos opciones con sentido estratégico para el largo plazo, tendremos seguramente buenos resultados. Pero si nos centramos sobre todo en lo inmediato, entonces esto se va a reflejar obligatoriamente en la próxima década.

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