Gustavo Suárez-Pertierra, presidente de UNICEF EspañaGustavo Suárez-Pertierra, presidente de UNICEF España, encabeza una organización que, desde hace más de seis décadas, trabaja para garantizar los derechos de la infancia tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Bajo su liderazgo, UNICEF España ha reforzado su labor en la lucha contra la pobreza infantil, la protección de los niños migrantes y la promoción de la educación y la salud infantil. En esta entrevista, nos habla sobre los principales desafíos y prioridades de la organización, así como de las historias que lo han marcado en su compromiso con la infancia.
Desde su fundación, ¿A cuántos niños ha ayudado Unicef España durante sus 64 años de trayectoria?
Es imposible dar una cifra. UNICEF lleva desarrollando su labor en defensa de los derechos de la infancia desde 1946. En España, la ayuda para niños y niñas por parte de UNICEF comenzó a llegar a mediados de la década de los 50 y en 1961 nace UNICEF España con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades de la infancia y recaudar fondos para los proyectos de la organización en salud, educación y protección desarrollados por todo el mundo. A lo largo de estos años han sido millones de niños, niñas y adolescentes los que se han beneficiado de los programas de sensibilización e incidencia de la organización en nuestro país. Si tenemos en cuenta que UNICEF España ha financiado proyectos de cooperación de la organización en todo el mundo, durante las últimas décadas la ayuda ha llegado a miles de millones de niños y niñas de casi todos los rincones del planeta.
¿Cuáles considera que son los mayores retos actuales para garantizar los derechos de la infancia en España?
A pesar de vivir en una de las 15 economías más ricas del mundo, la infancia en nuestro país afronta grandes retos.
La reducción de la pobreza infantil es uno de los más acuciantes. En España, las altas tasas de pobreza infantil y juvenil nos sitúan a la cola de la Unión Europea, afectando gravemente los derechos de la infancia en áreas como la salud, la educación y la vivienda. A pesar del alto consenso político, los avances para reducir la pobreza infantil han sido escasos y el impacto, limitado, debido en parte a la muy baja inversión en protección social.
Nos preocupa también la violencia a la que se ve sometida la infancia, cuyas cifras han venido aumentando en los últimos años. La Ley de Protección de la Infancia frente a la Violencia aprobada en 2021 fue un gran paso, pero debemos seguir avanzando para protegerlos ante cualquier forma de violencia, lo que supone una violación de sus derechos y es inaceptable. Por ello, todos tenemos el deber de evitarla y hacerla visible.
Otro de los focos sensibles de nuestro trabajo es el de la protección de los niños migrantes. En los últimos años, España ha visto un aumento significativo en el número de niños y niñas migrantes, enfrentando desafíos significativos, especialmente aquellos en situación irregular, en asentamientos, en atención humanitaria o en el sistema de protección internacional, y los no acompañados. Se trata de un fenómeno estructural que precisa políticas públicas apropiadas. Es imprescindible la adopción de un Plan Nacional, apoyado por todas las administraciones públicas y autoridades competentes, que garantice una
protección efectiva e integral y la plena integración social, conforme a nuestros compromisos internacionales relacionados con los niños y niñas migrantes.
Cómo afecta la tecnología en la infancia y sus derechos digitales es algo que también nos preocupa. Actualmente, el debate sobre los riesgos y la seguridad de la infancia en el entorno digital está en el centro de la atención pública. La tecnología tiene un impacto claro sobre el modo en el que viven, crecen, aprenden y se relacionan niños, niñas y adolescentes y, en el siglo XXI, ya no es posible hablar de los derechos de la infancia si no abordamos también sus derechos digitales. En este sentido trabajamos para que, además de estar protegidos y disponer de entornos digitales seguros, los niños vean cubierto su derecho a aprovechar las oportunidades que ofrecen los desarrollos tecnológicos.
Gustavo Suárez-Pertierra, presidente de UNICEF España
¿Cuáles son las principales prioridades de UNICEF España en los próximos años?
Nuestras prioridades son, por un lado, aumentar la contribución a los proyectos y programas de la organización en todo el mundo en el ámbito de la supervivencia, la salud, la educación y la protección, y, por otro, fortalecer nuestro trabajo de sensibilización de la sociedad para promover y defender los derechos de los niños y niñas que viven en nuestro país, y avanzar en la puesta en marcha de políticas de infancia que permitan cumplir sus derechos. Todo con el objetivo final de promover la protección de los niños y niñas y aumentar sus oportunidades en la vida para que puedan alcanzar su mayor potencial. En este sentido, enfocamos nuestro trabajo para hacer frente a una nueva y cada vez más intensa era de crisis para los niños: cambio climático, conflictos e inestabilidad económica, crisis que están estrechamente interconectadas y que reflejan un mundo de crecientes tensiones geopolíticas y competencia entre las naciones, que obstaculizan la aplicación de soluciones.
Una breve anécdota que haya sido clave para mantener su motivación en la lucha por los derechos de la infancia
No hay una en concreto, pero sí cientos de historias de niñas y niños que he ido conociendo a lo largo de mis años en UNICEF, porque, más allá de los grandes proyectos, más allá de los titulares, cada niño tiene una historia. Como la del pequeña Musa que con seis años resultó herida en el terremoto de Siria y pudo ser atendida y recuperarse gracias a la ayuda de UNICEF; la de Sanad que con solo 4 meses de vida estuvo a punto de morir de hambre en Yemen y que felizmente se recuperó gracias al centro de alimentación terapéutica en el que fue atendido; la de Ameer Zadi, una niña pakistaní de 8 años que en 2022 fue a la escuela por primera vez tras las inundaciones que asolaron el país gracias al centro de aprendizaje temporal que abrió UNICEF; o la de Parwana, en Afganistán, de 5 años, a la que vi sonreír en una foto tras superar una desnutrición aguda grave gracias al equipo móvil de salud y nutrición apoyado por UNICEF… Y así millones y millones de pequeñas historias de superación y supervivencia que mantienen día a día la motivación de todos los que formamos parte de UNICEF.
¿Cuáles son los principales hitos alcanzados en España a través del trabajo con el sector privado?
UNICEF lleva casi desde sus inicios trabajando con el apoyo del sector privado. Como decía Kofi Annan, exsecretario general de las Naciones Unidas, “no pedimos a las empresas que hagan algo diferente de su actividad normal; les pedimos que hagan su actividad normal de forma diferente” para entre todos conseguir que se cumplan los derechos de la infancia.
Hoy contamos con socios estratégicos de todos los sectores empresariales; desde las empresas más grandes y estratégicas hasta las pymes más locales, todas son necesarias para nuestra labor y pueden, a partir de varias iniciativas y programas, ayudarnos a cambiar el mundo y conseguir un futuro mejor para la infancia.
Con las aportaciones y la colaboración del sector privado hemos financiado proyectos de todo tipo en muchos lugares del mundo. Proyectos que abarcan desde la lucha contra la crisis climática y sus efectos en la infancia, hasta programas de vacunación en todo el mundo, pasando por el apoyo a los sistemas educativos o a la igualdad y la inclusión de niños y niñas vulnerables.
En los últimos años estamos desarrollando la alianza multiactor Generation Unlimited España. Junto al sector privado, público, el ámbito académico y la sociedad civil, impulsamos a jóvenes en nuestro país para que puedan alcanzar una inclusión social y laboral plena. Jóvenes en una situación de vulnerabilidad que quieren liderar su futuro. Jóvenes que necesitan una oportunidad para desarrollar todo su potencial.