Manuel Puig Rocha, vicepresidente del grupo de lujo español que debutó en Bolsa el pasado mayo, ha realizado una importante inversión en la inmobiliaria Colonial, adquiriendo acciones por un valor cercano a los tres millones de euros.
Según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, consultados por ‘Economía Digital’, Puig Rocha compró 187.942 acciones de Colonial el pasado 7 de agosto, a un precio promedio de 5,38 euros por acción. Un día después, sumó otros 340.832 títulos a su cartera, esta vez a un valor de 5,33 euros por acción.
Nacido en 1961 y con una trayectoria de más de 35 años en Puig, Manuel Puig Rocha, ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), ha desempeñado diversos roles clave en la compañía, incluyendo la creación de filiales internacionales y la fundación de la división Derma, especializada en cosmética y belleza.
En 2023, Puig Rocha obtuvo una remuneración de 20,2 millones de euros como consejero de Puig, de los cuales 17,3 millones correspondieron a un «incentivo extraordinario» vinculado al desempeño de la empresa en el último ejercicio, su liderazgo en políticas ESG, el lanzamiento de nuevos productos, y la ejecución de fusiones y adquisiciones estratégicas.
La familia Puig, uno de los accionistas mayoritarios de Colonial a través de su sociedad Exea Inversiones Inmobiliarias, ha ido incrementando su participación en la inmobiliaria desde su entrada en marzo de 2022, cuando adquirieron un 5,3% del capital. Actualmente, la familia posee más del 7,3% de la compañía, que preside Juan José Brugera y que es propietaria de la Torre Puig, sede del grupo familiar en L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona.
El pasado marzo, CriteriaCaixa reveló una participación del 3% en Colonial, y poco después la familia Puig fortaleció su posición en la socimi con la compra de acciones valoradas en diez millones de euros. El holding de la Fundación la Caixa incrementó su participación en mayo, alcanzando el 17% del capital.
Colonial, que cotiza actualmente en torno a los 5,5 euros por acción, ha visto cómo su valor se ha resentido desde los más de 13 euros que alcanzaba antes de la pandemia en marzo de 2020. Las inmobiliarias enfocadas en el sector de oficinas han sufrido una penalización tras el auge del teletrabajo y el aumento de los tipos de interés, factores que han presionado a la baja sus cotizaciones.
El principal accionista de Colonial sigue siendo el fondo soberano de Catar, con el 19% del capital, seguido de CriteriaCaixa, con el 17,3%; el grupo mexicano Finaccess, con el 14,8%; la familia Puig, con el 7,75%; el fondo Aguila, con el 6,1%; Corporación Financiera Alba, con el 5%; Credit Agricole, con el 4,2%; y BlackRock, con el 3,9%.
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El análisis de las inversiones
Colonial ha sido escenario de intensos movimientos accionariales en los últimos meses, mientras enfrenta un entorno desafiante en los mercados financieros. La inmobiliaria, que forma parte del Ibex 35, ajustó recientemente el valor de su cartera en un 9%, reduciéndolo en 1.157 millones de euros debido a la subida de los tipos de interés. A pesar de este ajuste, los resultados operativos de Colonial han mostrado mejoras significativas respecto al año anterior, con una alta ocupación en sus edificios y logrando el mayor beneficio recurrente de su historia, lo que le permite mantener su política de incrementar el dividendo.
Sin embargo, su cotización bursátil sigue en una tendencia bajista, situándose por debajo de los mínimos registrados durante la pandemia y en niveles similares a los que tenía entre 2014 y 2017, cuando la compañía se recuperaba del estallido de la burbuja inmobiliaria que culminó en su rescate y recapitalización.
A pesar de este contexto adverso, varios inversores institucionales han aprovechado la oportunidad para aumentar su participación en Colonial. En marzo de 2022, el vehículo de inversión de la familia Puig declaró una participación del 3% en la inmobiliaria, que incrementó hasta casi el 7,4% en mayo de 2023 y ha seguido ampliando hasta rozar el 8% en la actualidad. A esto se sumó la entrada de Corporación Financiera Alba, el brazo inversor de la familia March, que adquirió un 3% de Colonial en agosto del año pasado y alcanzó el 5% a finales de 2023. Por su parte, la Fundación La Caixa también ha aumentado su participación, alcanzando el 3% en 2024, tras una década sin adquirir nuevos títulos.
Perfil de los inversores
En la actualidad, cerca del 65% del capital de Colonial está en manos de inversores institucionales con una estrategia a largo plazo. Entre ellos, el fondo soberano de Catar lidera con el 19% de las acciones, seguido por el empresario mexicano Carlos Fernández González con el 14,8%, y el colombiano Alejandro Santo Domingo con el 7,1%, además de los mencionados inversores, como BlackRock y Crédit Agricole.
La atracción de estos inversores hacia Colonial radica en varios factores. En primer lugar, la cotización actual de la compañía no refleja el verdadero valor de sus activos. Según los resultados anuales de 2023, el valor de los inmuebles de Colonial, descontada su deuda, se sitúa en 9,95 euros por acción, casi el doble del precio al que cotiza en bolsa, lo que representa un descuento significativo del 50%.
Además, Colonial ofrece una rentabilidad atractiva en términos de dividendos, que oscila entre el 4,9% y el 5,4%, superando incluso el retorno de inversiones inmobiliarias comparables en el mercado de Madrid y Barcelona. La calidad de los inquilinos de Colonial, que en su mayoría son empresas con alta solvencia crediticia y contratos de alquiler indexados a la inflación, también es un factor clave. Esto ha permitido a la compañía aumentar sus rentas en un 8% durante el último año, superando a otras grandes inmobiliarias europeas.
Buena ubicación
Otro punto a favor de Colonial es la ubicación de sus inmuebles, mayoritariamente situados en zonas prime o en distritos centrales de negocios, que tienden a mantener su valor incluso en tiempos de crisis y son los primeros en recuperarse cuando el mercado se estabiliza.
A pesar del impacto negativo que la situación del mercado de oficinas en Estados Unidos ha tenido sobre la percepción del sector, Colonial ha mantenido una alta ocupación en sus edificios, especialmente en París, donde alcanza el 100%, y en Madrid y Barcelona, con tasas del 97% y 85% respectivamente, lo que se considera plena ocupación en términos inmobiliarios.
Por último, Colonial cuenta con una liquidez financiera de casi 3.000 millones de euros, un capital que podría destinarse a nuevas adquisiciones, tanto de activos individuales como de carteras inmobiliarias o incluso compañías, siguiendo la línea de la operación corporativa que realizaron en 2018 con la compra de Axiare. Además, la dirección de Colonial no ha ocultado su interés en expandirse a nuevos mercados, como Alemania e Italia, en los próximos 10 o 15 años, lo que podría duplicar el tamaño de la compañía.
Con la estabilización de los tipos de interés, es posible que Colonial esté en una posición favorable para aprovechar las oportunidades de compra que se presenten en el futuro próximo, tras haber vendido activos por más de 550 millones de euros en los últimos años.
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