Marc Puig y su salida a Bolsa como opción para asegurar la sucesión generacional

El Ceo de Puig, Marc PuigEl Ceo de Puig, Marc Puig

Marc Puig, presidente del prestigioso grupo de moda y belleza Puig, ha encendido las especulaciones sobre una posible salida a Bolsa de la compañía. En recientes entrevistas con Financial Times y La Vanguardia, Puig ha señalado que abrir el capital a inversores externos podría ser clave para evitar posibles desafíos durante el relevo generacional que la empresa afrontará en la próxima década. 

Marc Puig preparándose para la sucesión 

Puig ha expresado que uno de los riesgos más comunes en las empresas familiares es la pérdida de liderazgo o de pasión en momentos de sucesión. Según él, permitir la entrada de nuevos accionistas ayudaría a mantener el dinamismo y la competitividad. Al tiempo que podría prevenir que la compañía caiga en una inercia peligrosa: «Las empresas familiares a veces empiezan a morir lentamente, y nadie dentro se da cuenta«, señaló. 

Sin embargo, ha aclarado que la salida a Bolsa es solo una de las alternativas que están sobre la mesa, y que la familia Puig conservaría la mayoría del capital en cualquier escenario. “Abrir el capital puede significar muchas cosas: un accionista privado, un inversor de largo plazo o incluso cotizar en el mercado”, explicó. También destacó que mantener el esquema actual sigue siendo una opción viable. 

Empresas familiares y el lujo 

Puig subrayó que las empresas líderes en el sector del lujo y la belleza prémium, como LVMH y L’Oréal, comparten un modelo de control familiar combinado con la cotización en Bolsa. Este enfoque, en su opinión. Permite equilibrar la paciencia y visión a largo plazo de una familia con la agilidad que exigen los mercados. 

«Las marcas de lujo requieren tiempo y paciencia, algo que las familias suelen proporcionar. Pero tener inversores también te obliga a mantenerte ágil y atento, lo cual es un buen equilibrio«, comentó. 

Deuda y crecimiento inorgánico 

El crecimiento de Puig en los últimos años ha sido notable, aunque ha incrementado su deuda debido a adquisiciones estratégicas. A finales de 2022, la deuda del grupo representaba 1,6 veces su Ebitda, que fue de 638 millones de euros ese año. 

Marc Puig asegura que esta situación no afecta la capacidad de la compañía para continuar con nuevas adquisiciones. Aunque admite que tienen menos flexibilidad financiera que en años anteriores. A pesar de esto, el optimismo sobre el futuro permanece: “En nuestro sector, cuando tienes marcas fuertes y sanas como las nuestras, operas con un margen de Ebitda alto. Mucho efectivo y un gasto de capital relativamente pequeño”, explicó. 

 

© Reproducción reservada