La Autoridad Portuaria de Bilbao ha dado luz verde al denominado ‘hub de descarbonización’ que lidera la Repsol y que desarrollará su filial Petronor. Consta de una planta para la elaboración de combustibles sintéticos que ha requerido de una inversión total superará los 200 millones de euros. Los movimientos de tierras comenzarán entre los tres próximos meses de abril y julio.
La nueva planta tendrá capacidad para realizar una producción de unas 2.000 toneladas anuales de combustibles que podrán abastecer a coches, camiones, barcos o aviones sin necesidad de realizar modificaciones en los motores. Es la alternativa perfecta para la descarbonización de sectores como la aviación o el transporte pesado que no tienen en la electrificación una alternativa.
Este proyecto de Repsol, se incluye una planta de pirólisis, que se prevé iniciar su edificación en 2026 y en la que se generará biofuel marino y plásticos de economía circular. Asimismo, se incluirá la construcción de dos tanques de almacenamiento.
Repsol también prevé puesta en marcha de un electrolizador de 100 MW en la refinería de Muskiz (Vizcaya) que está a la espera de conocer el diseño final del impuesto especial del Gobierno para las energéticas, cuya prórroga se pretende más allá de este año, aunque con modificaciones introduciendo incentivos a la reinversión ‘verde’.
Repsol y su apuesta por los biosombustibles
El impulso de los combustibles 100% renovables forma parte de la apuesta estratégica de Repsol, actualizada hace apenas un mes. La energética está afrontando la transformación de sus complejos industriales en polos multienergéticos capaces de procesar una amplia gama de materias primas residuales en productos con una huella de carbono baja, nula o negativa.
La compañía, presidida por Antonio Brufau, aspira a convertirse en un referente en combustibles renovables. Para ello espera tener una capacidad total de producción de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones de toneladas en 2030. En la actualidad cuenta con más de 120 estaciones de servicio con combustibles 100% renovables y tiene el objetivo de llegar a las 600 a finales de año y a 1.900 en 2027.
Otro de sus grandes proyectos es la puesta en marcha de su planta de biocombustibles avanzados de 250.000 toneladas al año en Cartagena, la primera de la Península Ibérica. La compañía está transformando otra unidad en su complejo industrial de Puertollano (Ciudad Real) con capacidad para producir anualmente 200.000 toneladas de combustible renovable.
La compañía cerró un acuerdo con el grupo estadounidense Bunge para tomar una participación del 40% en tres plantas industriales en España por un importe fijo de 300 millones de dólares (unos 276,5 millones de euros) y que puede elevarse en otros 40 millones de dólares más (unos 37 millones de euros) si se cumplen determinadas condiciones.