Standard Chartered, KPMG y la ONU se unen para luchar contra el cambio climático

Standard Chartered KPMGFoto: Getty Images

Standard Chartered, KPMG y la Oficina de las Naciones Unidas  para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) han unido fuerzas para lanzar una hoja de ruta destinada a impulsar la financiación de la adaptación climática antes de la COP29, especialmente en los mercados emergentes.

Esta iniciativa responde a la necesidad urgente de abordar el déficit financiero en adaptación y resiliencia frente al cambio climático.

La Guía para la financiación de la adaptación y la resiliencia, elaborada con la colaboración de más de veinte instituciones financieras líderes, bancos multilaterales de desarrollo y ONG, proporciona una herramienta práctica para inversores y entidades financieras. Esta guía establece una referencia común para la adaptación y la resiliencia, identifica inversiones prioritarias y simplifica el proceso de toma de decisiones al proporcionar principios y orientación basados en las mejores prácticas.

Paola Albrito, Representante Especial Interina del Secretario General de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), ha indicado que la guía “llega en un momento importante en el que los gobiernos buscan permitir una mayor inversión en resiliencia, incluso a través del trabajo del G20 sobre la reducción del riesgo de desastres. Los actores financieros pueden salir adelante y aprovechar esta orientación para desarrollar productos financieros, como préstamos y bonos de adaptación y resiliencia, que puedan movilizar capital privado. Aliento a la comunidad financiera a aprovechar esta oportunidad para fijarse objetivos en términos de carteras de inversión asignadas a estos objetivos».

Más de 100 actividades se presentan como opciones de inversión en adaptación y resiliencia, que incluyen desde cultivos resilientes al clima hasta soluciones de almacenamiento de energía renovable. Estas inversiones no solo promueven la adaptación al cambio climático, sino que también generan beneficios adicionales, como la reducción de emisiones y la conservación de la naturaleza.

Standard Chartered, KPMG y la ONU advierten que la urgencia de actuar es evidente, ya que 2023 fue el año más caluroso registrado y los desastres climáticos causan pérdidas económicas significativas cada año. A pesar de esto, menos del 10% del financiamiento climático se destina a la adaptación, lo que resalta la necesidad de aumentar la inversión en este ámbito.

Para Marisa Drew, directora de sostenibilidad, Standard Chartered, la financiación y la inversión para la adaptación y la resiliencia deben ampliarse rápidamente para abordar un déficit crítico en medio de una demanda creciente. “Necesitamos incorporar la adaptación y la resiliencia en la toma de decisiones financieras, para asegurarnos de que entendemos y gestionamos los riesgos financieros y reconocemos el potencial de la adaptación y la resiliencia como clases de activos en los que se puede invertir. La Guía ayudará a ofrecer confianza a los inversores que buscan asignar capital a proyectos de adaptación y resiliencia, ayudando a avanzar en la comprensión de todo el sector e impulsar el cambio fundamental que necesitamos ver en la movilización de capital para esta área crucial de las finanzas sostenibles”.

Por su parte, David Greenall, Director General Global, Riesgo Climático, Descarbonización, Naturaleza y Adaptación, KPMG International, considera que “los mercados emergentes y las economías en desarrollo corren un riesgo desproporcionado de exposición a los efectos negativos del aumento de las temperaturas y el clima extremo y, en muchos casos, tienen menos recursos o menos capacidad para responder. Necesitamos capital para avanzar en la dirección correcta e incorporar la resiliencia a los peligros naturales y climáticos en los flujos financieros. Los bancos comerciales y los inversores privados tienen la oportunidad de liderar la tarea de afrontar el desafío de la adaptación. Aliento a la comunidad bancaria y de inversión a utilizar esta Guía como recurso clave al considerar cómo y dónde invertir de manera más proactiva y ambiciosa en un futuro resiliente”.

La investigación muestra que cada dólar invertido en adaptación puede generar un beneficio económico adicional, lo que destaca la importancia de la acción temprana en este campo. La Guía responde al llamado de la COP28 para alinear los esfuerzos y abordar el déficit financiero en adaptación y resiliencia.

Antes de la COP29, el sector privado, los bancos multilaterales de desarrollo y otras instituciones financieras tienen un papel crucial en acelerar la movilización de capital hacia la adaptación y la resiliencia. Se están organizando diálogos del sector financiero para colaborar en esta tarea, incluida una convocatoria a la Semana de la Ecosperidad en Singapur el 17 de abril.

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