Bank of America ajustó a la baja sus proyecciones para la economía europea en su último informe Europe Economic Weekly.
La entidad financiera estadounidense rebajó las previsiones de crecimiento del PIB de la zona euro para 2025 en 10 puntos básicos, situándolo en el 0,8%. Para 2026, la estimación se eleva ligeramente al 1,0%.
No obstante, España aparece como una excepción en este contexto de debilidad, con una previsión de crecimiento del 2,4% para el próximo año.
«España se ve menos afectada», subraya Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America.
Contrasta este escenario con el de Alemania, país que califica como el más expuesto entre los grandes de la eurozona debido a su fuerte dependencia de las exportaciones y su frágil situación económica de partida.
La inflación que ve Bank of America
En materia inflacionaria, el banco prevé un Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) del 1,7% en 2025 y del 1,4% en 2026 para la eurozona.
La inflación subyacente, por su parte, se situaría en el 2,0% el próximo año y descendería al 1,7% un año después, en línea con la desaceleración general del crecimiento.
Estas previsiones también abren paso a un mayor margen de maniobra para el Banco Central Europeo (BCE).
La entidad estadounidense señala que el BCE podría continuar con su política de recortes y llevar los tipos de interés hasta el 1,25% en diciembre de este año.
“La reunión del BCE dejó la puerta abierta a un ajuste de los tipos de interés a un nivel expansivo”, apunta el análisis.
En cuanto al Reino Unido, Bank of America también recortó sus proyecciones: ahora espera un crecimiento del 1,1% en 2025 y del 1,3% en 2026.
Además, anticipa cuatro recortes de tipos por parte del Banco de Inglaterra en 2025, uno más que en su previsión anterior.
Este ajuste refleja el impacto de la incertidumbre global, aunque con un matiz positivo para España, que se mantiene como uno de los motores más firmes dentro de la eurozona.
© Reproducción reservada