China asfixia el suministro de tierras raras

Tierras RarasTierras Raras

La industria de defensa de Estados Unidos enfrenta una creciente crisis de suministro tras el endurecimiento de las restricciones chinas sobre la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la fabricación de tecnología militar avanzada, según Bloomberg. La medida, tomada en el marco de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China, amenaza con paralizar la producción de equipos clave como drones, misiles, gafas de visión nocturna y cazas de combate.

China, que suministra aproximadamente el 90 % de las tierras raras del mundo, ha intensificado desde principios de año los controles de exportación, solicitando información sensible como imágenes de productos o detalles sobre líneas de producción a las empresas que importan estos minerales. Aunque en junio se alcanzó un acuerdo parcial que permitió cierto flujo comercial, Pekín mantiene un férreo control sobre los materiales críticos destinados a usos militares.

Uno de los casos más ilustrativos es el del fabricante estadounidense ePropelled, que vio sus envíos de imanes bloqueados por no proporcionar detalles técnicos exigidos por sus proveedores chinos. Esta empresa, que abastece a contratistas de defensa y fabricantes de drones, debió retrasar pedidos hasta dos meses y buscar fuentes alternativas en Japón, Taiwán, Europa y Estados Unidos, todas aún parcialmente dependientes del suministro chino.

El precio de ciertos materiales ha alcanzado niveles sin precedentes. El samario, utilizado para fabricar imanes resistentes al calor extremo, se vende actualmente a un precio 60 veces mayor que antes de las restricciones. Otros elementos como el germanio, galio y antimonio, clave para proyectiles y sensores infrarrojos, también han sido prohibidos para exportación a EE. UU. desde diciembre, lo que ha encendido las alarmas en empresas como Leonardo DRS, que ya opera con reservas mínimas.

Según cifras de empresas del sector, más de 80.000 componentes militares dependen de minerales críticos bajo control chino. El Pentágono ha comenzado a exigir a sus contratistas que eliminen progresivamente el uso de minerales de origen chino antes de 2027, pero las alternativas siguen siendo limitadas o demasiado costosas.

En respuesta a esta dependencia, el Departamento de Defensa estadounidense ha destinado subvenciones millonarias para fomentar la producción nacional. Solo en julio, se anunció una inversión de 400 millones de dólares en MP Materials, la principal operadora de minas de tierras raras en América, con el objetivo de acelerar la producción de imanes utilizados en cazas F-35 y misiles de crucero. Además, se han apoyado iniciativas emergentes como Vulcan Elements y USA Rare Earth, aunque sus capacidades aún están en desarrollo.

James Taiclet, CEO de Lockheed Martin, calificó el acuerdo con MP Materials como “histórico”, subrayando que representa un paso crítico para reducir la vulnerabilidad del suministro militar.

Mientras tanto, el Foro de Minerales Críticos, creado por el Pentágono en 2024, intenta construir una red de suministro confiable entre EE. UU. y países aliados, con el objetivo de contrarrestar el dominio estratégico de China en estos recursos.

A medida que crecen las tensiones geopolíticas y los desafíos tecnológicos, el control chino sobre los minerales del futuro se convierte en un punto de presión que podría redefinir el equilibrio de poder en la industria de defensa global.

© Reproducción reservada