Vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de GuindosEl vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, alertó que el crecimiento económico de España, que en los últimos años superó ampliamente la media europea, muestra señales de desaceleración.
De Guindos subrayó que los factores que impulsaron esta expansión, como el gasto público, el turismo y la inmigración, están comenzando a perder fuerza.
“Los vientos de cola que hemos tenido, pues seguramente están empezando a ser menos intensos de lo que han sido en los últimos años”, señaló De Guindos durante una entrevista televisiva.
A pesar de que España destacó por su dinamismo económico, impulsado también por la llegada de fondos europeos, el exministro de Economía instó a reflexionar sobre la sostenibilidad de este modelo.
Uno de los principales cuellos de botella, indicó, es el acceso a la vivienda.
El rápido aumento de la población, principalmente en busca de arriendos, se enfrenta a una regulación que no favorece la expansión de la oferta inmobiliaria.
Esta situación está provocando un alza sostenida en los precios y dificultades incluso para que las empresas puedan contratar trabajadores en algunas zonas.
Lo que ve De Guindos
De Guindos también llamó la atención sobre la escasa evolución de la inversión y de la productividad.
En este contexto, apuntó que la incertidumbre política y la falta de acuerdos entre los principales partidos pueden suponer un freno para la inversión futura.
“Esa falta de consenso (…) puede acabar llegando a afectar a lo que son las perspectivas (…) de inversión en la economía española”, advirtió.
Respecto al aumento del gasto en Defensa, impulsado por compromisos con la OTAN, el vicepresidente del BCE destacó que este deberá realizarse gradualmente.
Aunque evitó polemizar con las críticas del presidente estadounidense Donald Trump, insistió en que mantener buenas relaciones con Estados Unidos es clave, dado que “es siempre positivo tener buenas relaciones con ellos”, en tanto principal mercado financiero global.
Finalmente, recalcó la necesidad de una estrategia común europea frente a los desafíos económicos y comerciales actuales.
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