GettyImagenEl Banco Central Europeo (BCE) recortó este jueves los tipos de interés por octava vez desde el inicio de su ciclo de bajadas en verano de 2023.
Con esta nueva rebaja de 25 puntos básicos, el tipo de depósito —actual referencia clave de la política monetaria— se sitúa en el 2%, mientras que la tasa de refinanciación baja al 2,15% y la facilidad marginal de crédito al 2,4%.
La decisión, ampliamente esperada por los mercados, se produce en un contexto de desaceleración económica en la eurozona, una inflación en retroceso y crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
En este escenario, el BCE revisó a la baja sus previsiones trimestrales de inflación, lo que apunta a que podrían producirse nuevos recortes de tipos antes de que finalice el año.
El 2% al que llegó la tasa de depósito se considera la “zona segura”, al estar en el centro de la horquilla del tipo neutral —estimado entre el 1,75% y el 2,25%—, donde la política monetaria ni estimula ni frena la economía.
Los datos que ve el BCE
Bajar más allá significaría entrar en territorio claramente expansivo, una decisión que divide al Consejo de Gobierno.
La reducción de la inflación en mayo al 1,9%, por debajo del objetivo del 2%, y la caída de la inflación subyacente al 2,3% reforzaron la tesis de que las presiones sobre los precios están cediendo.
Además, el crecimiento salarial se moderó hasta el 2,4% en el primer trimestre de 2025, frente al 5,4% del tercer trimestre de 2024, lo que también contribuye al alivio inflacionario.
Algunos economistas alertan de riesgos inflacionarios derivados de una posible guerra comercial, aunque otras voces abogan por profundizar en los recortes.
El BCE, de momento, mantiene la cautela y supedita futuros movimientos a la evolución de los datos.
La posibilidad de un recorte adicional en el segundo semestre sigue abierta, con la frontera del 1,75% como próximo destino probable.
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