El Gobierno ha revisado al alza el potencial de crecimiento de la economía española, aumentando en tres décimas su previsión del PIB para 2024, que ahora se sitúa en un 2,7%, y ajustando en dos décimas las proyecciones para 2025 y 2026, con aumentos previstos del 2,4% y 2,2%, respectivamente. Según el Ministerio de Economía, los principales impulsores de este crecimiento serán el consumo privado, el empleo y la inversión. El ministro Carlos Cuerpo destacó una mayor contribución de la inversión, que hasta ahora había sido el componente más rezagado, y anticipó una recuperación del sector de la construcción, motivada por el aumento esperado en la oferta inmobiliaria debido a las políticas de Vivienda del Gobierno. Se proyectan incrementos en la formación bruta de capital fijo del 3,3%, 5,8% y 4,9% para los años 2024, 2025 y 2026.
Sin embargo, la actualización de las cifras también incluye una revisión a la baja de la reducción del desempleo hasta 2026, con una caída anual de una décima menos de lo previsto en julio. El nuevo escenario sitúa la tasa de paro en un 11,2% para 2024, y en 10,3% y 9,7% para los años 2025 y 2026. A pesar de esta corrección, Economía prevé la creación de unos 500.000 empleos anuales, lo que permitiría alcanzar los 22 millones de personas ocupadas en 2025. El dinamismo del mercado laboral contribuirá a impulsar el consumo privado, que Moncloa señala como uno de los principales motores del crecimiento, con tasas de alrededor del 2% durante todo el periodo. Estas proyecciones serán incluidas en el cuadro macroeconómico del plan fiscal que España enviará a Bruselas el próximo 15 de octubre, para su evaluación por la Comisión Europea.
Ganar tiempo
Esta revisión se produce poco después de que el Gobierno decidiera posponer la presentación de la senda de estabilidad en el Pleno del jueves, buscando ganar tiempo para alcanzar un acuerdo con Junts, que mantiene su negativa. La propuesta del Ejecutivo incluye una reducción del déficit al 2,5% en 2025, al 2,1% en 2026 y al 1,8% en 2027, pero suaviza las exigencias para las Comunidades Autónomas, permitiendo un déficit del 0,1% en los próximos tres años, un margen que Carles Puigdemont considera insuficiente. El expresident ha afirmado que no revisará la postura de su partido hasta que no se modifiquen las exigencias fiscales para Cataluña. «Estamos abiertos al diálogo para llegar a un acuerdo y avanzar con esta senda», aseguró la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.
La revisión del cuadro macroeconómico también responde a la reciente actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE), que elevó el crecimiento de la economía al 2,7% en 2023, frente al 2,5% estimado inicialmente. Asimismo, se ajustaron al alza los datos de 2022 y 2021, con crecimientos del 6,2% y 6,7%, respectivamente. Estos ajustes reflejan la mejora en las previsiones de diversos organismos, incluido el Banco de España, que estima un crecimiento del 2,8% para 2023.
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