El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 0,6% en el primer trimestre de 2025, lo que supone una ligera desaceleración respecto al 0,7% registrado en los últimos tres meses de 2024. En términos interanuales, el PIB avanzó un 2,8%, frente al 3,3% del trimestre anterior.
El dato refleja que la economía española ha iniciado una «vuelta a la normalidad» tras unos trimestres marcados por un crecimiento excepcional, en los que España llegó a triplicar el ritmo de expansión del conjunto del euro, situándose como una de las economías más dinámicas de Europa.
La demanda interna impulsa el crecimiento
Según los datos del INE, el motor principal del crecimiento ha sido la demanda interna, que aportó 0,5 puntos al avance del PIB, gracias a la inversión privada y al consumo de los hogares. En cambio, la demanda externa restó 0,4 puntos, afectada por el menor dinamismo de las exportaciones pese al empuje del turismo.
Por componentes, el consumo final de los hogares creció un 0,6%, mientras que el del sector público cayó un 0,4%. La formación bruta de capital —es decir, la inversión— subió un 0,9%, con especial protagonismo de los bienes de equipo (+1,0%) y la construcción (+0,3%).
Exportaciones débiles y aumento de importaciones
Aunque las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 1,7%, las importaciones también repuntaron un 1,6%, reflejando la fortaleza de la demanda interna pero provocando una contribución neta negativa del sector exterior al PIB.
Desde el lado de la oferta, todos los grandes sectores económicos mostraron tasas de crecimiento positivas. Destacan:
Industria: +1,0% trimestral
Construcción: +0,4%, aunque desacelera frente al trimestre anterior
Servicios: +0,2%, con una clara moderación
Ramas primarias: +8,2%, tras un -0,7% en el trimestre anterior
El Gobierno defiende la solidez del modelo
El Ministerio de Economía ha valorado positivamente estos datos, señalando que el crecimiento del 0,6% “supera al de las principales economías europeas”, citando el 0,4% de Alemania y el 0,1% de Francia. Además, destaca la fuerza del consumo privado y la inversión en bienes de equipo, como claves del dinamismo.
Según el Ejecutivo, la revisión al alza de la demanda interna y a la baja de la externa “confirma la solidez del crecimiento nacional”, aunque reconoce que el aumento de importaciones ha penalizado el saldo exterior.
Una economía en fase de normalización
Tras un periodo de crecimiento fuera de lo común, los analistas interpretan esta desaceleración como un regreso progresivo a tasas más sostenibles, en un entorno de incertidumbre internacional y con una zona euro aún débil. No obstante, el pulso de la inversión privada y el gasto de los hogares continúan respaldando la expansión económica de España.
Con este nuevo dato, el INE traza un escenario de moderación gradual pero estable, consolidando a España como una de las economías líderes de Europa, aunque con desafíos por delante en el comercio exterior y el gasto público.
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