Los mercados globales se han visto profundamente sacudidos por el ataque militar de Israel a Irán, perpetrado en la madrugada de este viernes. La reacción ha sido inmediata: el precio del petróleo se ha disparado más de un 10%, las Bolsas internacionales caen con fuerza, y tanto el oro como los bonos soberanos actúan como refugio seguro para los inversores, reflejando una creciente prima de riesgo geopolítico.
El petróleo sube con fuerza: la mayor alza semanal desde 2022
Los futuros del West Texas Intermediate (WTI), referencia en EE.UU., llegaron a repuntar cerca de un 15%, situándose en torno a los 77,5 dólares por barril, su nivel más alto en casi un año. Por su parte, el Brent, referencia en Europa, escaló más de un 13%, hasta alcanzar los 78,5 dólares.
Con esta subida, el crudo borra las pérdidas acumuladas en 2025 y amenaza con reavivar la inflación global, justo cuando las economías avanzadas lidian con tensiones comerciales y políticas monetarias restrictivas. El temor es que un posible bloqueo del estrecho de Ormuz o nuevas represalias puedan provocar una interrupción crítica del suministro energético.
El oro y el yen se revalorizan: la huida a los refugios
El oro se disparó más de un 1%, alcanzando un nuevo máximo histórico cercano a los 3.450 dólares por onza, en una clara señal de que los inversores buscan protección frente al clima de incertidumbre.
En el mercado de divisas, las monedas consideradas refugio, como el franco suizo y el yen japonés, se apreciaron con fuerza. Por el contrario, el dólar estadounidense, tradicionalmente seguro, mostró debilidad debido a la errática política económica de la administración Trump, tocando mínimos de tres años.
Las Bolsas globales caen con fuerza
Los futuros del S&P 500 caían cerca de un 1,8%, mientras que los del Nasdaq perdían más de un 2%, reflejando el temor de los mercados a una escalada del conflicto. En Europa, los contratos del EuroStoxx 50 bajaban también un 1,8%, y las Bolsas asiáticas abrieron en negativo.
La reacción del mercado es clara: se busca refugio. En el Ibex 35, casi todos los valores están en rojo. Solo se salvan Indra (defensa) y Repsol (energía), ambas suben en torno al 1%. Por el contrario, el gran castigado es IAG, que se deja un 5%, arrastrando con él a Amadeus, Aena y otras ligadas al sector viajes. También destacan las caídas en Grifols, Acciona, los bancos y Puig, todas por encima del 2-3%.
Todas las miradas se dirigen a la Reserva Federal, que se reúne la semana que viene. El mercado espera que mantenga los tipos sin cambios (entre el 4,25% y el 4,50%) y apunte a una posible bajada en septiembre. Mientras tanto, Trump sigue metiendo presión: ha vuelto a llamar “cabeza hueca” a Jerome Powell y pide una bajada de 100 puntos básicos de golpe, con la promesa de ahorrar 600.000 millones de dólares en intereses.
Criptomonedas y panorama general
Las criptomonedas también reaccionaron a la baja, arrastradas por la aversión generalizada al riesgo. En este escenario, la volatilidad de los activos digitales se acentúa, y los inversores los abandonan en favor de instrumentos más estables.
La situación sigue desarrollándose rápidamente. Según Charu Chanana, estratega de Saxo Markets, “cualquier indicio de represalias o interrupción del suministro mantendría la volatilidad elevada y empujaría al alza el petróleo y los activos refugio”.
Consecuencias diplomáticas: la negociación nuclear, en peligro
El ataque ha puesto en jaque la sexta ronda de negociaciones entre Irán y Estados Unidos prevista para este domingo en Omán. La administración Trump ha intentado desmarcarse del ataque, advirtiendo a Irán que no ataque intereses estadounidenses en su respuesta. Sin embargo, el margen para la diplomacia se estrecha considerablemente.
La incertidumbre sobre la respuesta de Teherán y la posibilidad de una guerra regional mantienen a los mercados en tensión máxima, con la atención global centrada ahora en cómo y cuándo responderá Irán.
© Reproducción reservada