Este jueves 7 de agosto ha entrado en vigor el nuevo paquete de aranceles decretado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que establece un gravamen mínimo del 10% sobre las importaciones globales, según la orden ejecutiva difundida la semana pasada por la Casa Blanca.
La medida afecta a decenas de socios comerciales, con aranceles que escalan hasta el 41% en algunos casos.
El documento oficial enumera cerca de 70 países, además de la Unión Europea, a los que se aplicarán tasas específicas.
Aquellos países no incluidos en la lista afrontarán automáticamente el gravamen mínimo del 10%.
Siria encabeza la lista de penalizaciones más altas, con un arancel del 41%.
Trump ya había anticipado esta política comercial el pasado 1 de agosto, cuando anunció la nueva ronda de aranceles a países con superávit comercial frente a Estados Unidos, incluyendo un mínimo general del 10% y otros más agresivos desde el 15%.
En su momento, la medida fue suspendida durante 90 días para abrir un espacio de negociación, en el que países como Reino Unido y Japón lograron acuerdos para rebajar los efectos.
Negociaciones por aranceles
La tensión se mantiene con otros actores. La Unión Europea, que acordó un arancel del 15%, ha recibido una advertencia directa.
Trump amenazó con elevarlo al 35% si no se cumple el compromiso europeo de invertir 600.000 millones de dólares en territorio estadounidense.
India, por su parte, será objeto de un arancel adicional del 25%, que se suma al gravamen ya impuesto en julio por sus vínculos comerciales con el petróleo ruso.
“Por comprar directa o indirectamente petróleo ruso”, justificó la Casa Blanca.
En el sector tecnológico, el presidente anunció la inminente imposición de aranceles de “aproximadamente” el 100% a las importaciones de chips y semiconductores, con el objetivo de forzar la relocalización industrial.
“Si fabricas en Estados Unidos, no habrá recargos”, aseguró Trump.
Durante un acto en la Casa Blanca, el CEO de Apple, Tim Cook, confirmó que la inversión total de la compañía en Estados Unidos superará los 600.000 millones de dólares, tras un nuevo compromiso de 100.000 millones.
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