De RaízEspaña se ha consolidado como el segundo mayor inversor en Argentina, solo por detrás de Estados Unidos. Sin embargo, las recientes tensiones diplomáticas entre el presidente argentino, Javier Milei, y el presidente español, Pedro Sánchez, amenazan con desencadenar una crisis sin precedentes entre ambos países. La situación se ha agravado tras las graves acusaciones de Milei contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, a quien señaló de estar involucrada en una trama de corrupción. Estas declaraciones han causado un profundo malestar en Moncloa y han puesto en riesgo las históricas relaciones económicas entre las dos naciones.
Importancia de las inversiones españolas en Argentina
Según el reciente Informe sobre Inversión Extranjera Directa elaborado por el Banco Central de la República Argentina, España tiene un stock de inversiones en Argentina que asciende a 18.000 millones de euros, convirtiéndose en el mayor inversor europeo en el país sudamericano. Este hecho resalta la importancia de las relaciones económicas bilaterales y la necesidad de mantener una cooperación constructiva entre ambos gobiernos.
Tensiones crecientes y el impacto económico
El informe del ICEX destaca el deterioro en las relaciones comerciales entre España y Argentina desde la crisis de 2018, exacerbado por las barreras proteccionistas impuestas por Argentina. A diferencia de la buena sintonía que existía con el anterior presidente, Alberto Fernández, la relación con Milei ha sido tensa, con el mandatario argentino llegando a afirmar públicamente “A Pedrito lo tengo match point”.
La importancia de la vinculación entre Argentina y las empresas españolas es notable. Durante su última visita a España, Milei se reunió con 17 empresarios con intereses en Argentina. Antonio Garamendi, líder de la CEOE, ha expresado su preocupación sobre cómo un clima continuo de crispación y radicalismos puede afectar negativamente a los negocios, especialmente cuando hay grandes intereses económicos en juego.
Datos económicos y sectoriales
A principios de 2024, había 117 multinacionales españolas operando en Argentina, con un poder de inversión que alcanzaba los 21.410 millones de dólares, representando el 15% del total de inversión extranjera en Argentina. Aunque Estados Unidos lidera con 27.470 millones de dólares (19,2%), ambos países han visto reducirse su posición preferente ante nuevos inversores como Países Bajos.
España destina aproximadamente el 3,6% de sus inversiones en el extranjero a Argentina. En contraste, la inversión argentina en España es significativamente menor, con unos 9.040 millones de euros en 2021, ocupando el puesto 15 del ranking de inversión extranjera (1,7% del total).
Sectores clave y el descenso de las exportaciones
Las inversiones españolas en Argentina se concentran principalmente en la industria manufacturera, la inversión financiera y el sector de información y comunicaciones, representando el 72% del total. Entre las principales multinacionales con filiales en Argentina se encuentran Telefónica, Naturgy e Iberia.
A pesar de la importancia de estas inversiones, las exportaciones españolas a Argentina han disminuido. En 2023, el número de empresas exportadoras españolas era menor que hace 20 años, con 3.717 empresas, lejos de las 6.618 en 2017. Las exportaciones españolas se centran en bienes de alto valor añadido, mientras que las importaciones argentinas consisten principalmente en productos primarios. La balanza comercial es negativa para España, con importaciones de 311,7 millones frente a exportaciones de 211,5 millones entre enero y marzo de 2024.
La necesidad de un entendimiento
La historia de las relaciones comerciales entre España y Argentina ha tenido episodios complejos, especialmente durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, marcados por conflictos como las nacionalizaciones de Aerolíneas Argentinas y YPF. Actualmente, tanto Pedro Sánchez como Javier Milei deben trabajar para superar las tensiones y buscar un entendimiento por el bien de la economía y las relaciones diplomáticas entre ambos países. La estabilidad y el progreso de las relaciones bilaterales son cruciales para los numerosos intereses económicos, públicos y privados, que están en juego.
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