En medio de un panorama económico mundial marcado por la incertidumbre y el proteccionismo, España logra destacar como la única gran economía cuya previsión de crecimiento fue revisada al alza por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su informe de primavera sobre las Perspectivas de la Economía Mundial 2025, la entidad eleva en dos décimas su estimación para el país, situando el crecimiento del PIB en un sólido 2,5% al cierre del año.
Esta revisión positiva contrasta con los recortes generalizados que afectan al resto de grandes economías, tanto dentro como fuera de la eurozona.
Según el organismo, la resistencia de la economía española se explica por su estructura productiva centrada en los servicios.
“Los servicios han sido el principal motor de crecimiento en Europa, contribuyendo a la divergencia entre los países europeos, en particular entre España y Alemania”, señala el FMI.
El informe también destaca que los “resultados mejores de lo esperado” durante 2024, así como la rápida recuperación tras las inundaciones provocadas por la DANA del pasado otoño, fueron claves en esta revisión positiva para España.
Las estimaciones del FMI
Francia, Italia y Alemania no corren la misma suerte. El FMI recorta sus previsiones de crecimiento al 0,6%, 0,4% y 0%, respectivamente.
En conjunto, el bloque de la eurozona crecerá apenas un 0,8%, lastrado por el débil consumo interno: “El débil sentimiento del consumidor y la incertidumbre elevada han incrementado el ahorro preventivo, afectando directamente al consumo”.
A nivel global, el FMI alerta de un freno en el crecimiento debido a la escalada de tensiones comerciales impulsada por la administración de Donald Trump.
La previsión para el PIB mundial cae del 3% al 2,5%, con una fuerte corrección en Estados Unidos, cuya economía crecerá solo un 1,8% en 2025.
“Esta disminución probablemente refleje una normalización del consumo privado hacia niveles más sostenibles y el impacto negativo de los recurrentes cambios de política en la confianza económica”.
En China, el impacto de los aranceles, sumado a la crisis del sector inmobiliario y el elevado ahorro, también provoca un recorte: su crecimiento se limitará al 4% este año y el próximo.
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