El gobierno de Pedro Sánchez está decidido en darle permanencia al «impuestazo» sobre las energéticas y la banca, sin embargo, no cuenta con el respaldo del Parlamento.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, admitió este jueves que no ha logrado sumar el número suficiente de votos en el Parlamento para darle continuidad al denominado “impuestazo”.
“Nos parece que es una figura tributaria que cumple muy bien con su función, y que incluso también en el conjunto de Europa fue adoptada durante el tiempo de la pandemia. Ahora le queremos dar una mayor continuidad. Ojalá podamos conseguir los apoyos”, dijo Montero.
La fracción de Junts ya adelantó que no apoyará la continuidad de este impuesto, ahora que Repsol anunció que se llevaría a Portugal una inversión energética que iba a desarrollar en Tarragona.
Montero dijo que el Gobierno anunciará una cruzada para convencer a los grupos políticos, para que entiendan que podría ser beneficioso aprobar este impuesto.
“Ojalá tengamos una mayoría suficiente para poder dar continuidad a este impuesto”, dijo.
Cómo lograr el “impuestazo”
Para mantener la tributación de estos grandes grupos por los beneficios obtenidos este año, el Gobierno necesita aprobar esta reforma antes del 31 de diciembre. Sin embargo, la complejidad del proceso ha llevado a posponer su incorporación al marco legal.
Inicialmente, la intención del Ejecutivo era introducir esta reforma mediante una enmienda en la transposición de la directiva europea que establece una imposición mínima a las multinacionales.
Estos gravámenes, introducidos a finales de 2022 como “prestaciones patrimoniales de naturaleza no tributaria”, fueron inicialmente concebidos como una medida temporal para los años 2023 y 2024, afectando a los ingresos obtenidos por el sector financiero y energético.
Sin embargo, el acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar busca mantener y readaptar estos impuestos más allá de su plazo original.
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