Los Juegos Olímpicos empiezan con un gran ataque. La empresa nacional francesa de ferrocarril (SNCF) denunció este viernes un «ataque masivo» que busca paralizar su red de trenes de alta velocidad (TGV), afectando tres de las cuatro líneas que conectan con París.
Los ataques han consistido en incendios cerca de las vías y daños a elementos técnicos, lo que sugiere que los responsables, además de estar coordinados, poseen conocimientos técnicos específicos.
Estos problemas de circulación, que podrían extenderse durante todo el fin de semana, coinciden con la inauguración de los Juegos Olímpicos de París y con días clave para el inicio y fin de las vacaciones.
Las líneas afectadas incluyen los ejes norte (que conectan también con Londres, Bruselas, Ámsterdam y Alemania), oeste (Bretaña y Burdeos) y este (Estrasburgo y Fráncfort), mientras que la sureste (Lyon y Marsella) se ha salvado por ahora.
«Anoche se produjeron actos maliciosos coordinados que afectaron a varias líneas de TGV y que perturbarán gravemente el tráfico hasta este fin de semana. Condeno enérgicamente estas acciones criminales que afectarán a las salidas de vacaciones de muchos franceses», declaró el ministro de Transporte, Patrice Vergriete.
El prefecto de París, Laurent Nunez, anunció que se enviarán refuerzos policiales a las principales estaciones de la capital para garantizar la seguridad de las instalaciones.
Estimaciones Económicas
El informe del Comité Organizador destaca que la cifra de 9.000 millones de euros representa una proyección intermedia dentro de un rango de entre 6.100 y 11.100 millones de euros. Christophe Lepetit, responsable del Centro de Derecho y Economía del Deporte (CDES), enfatiza que esta cifra no debe interpretarse como una medida directa de rentabilidad. En lugar de ello, refleja el aumento de la actividad económica que se habría dado en ausencia de los Juegos Olímpicos.
Lepetit también aclara que la metodología utilizada para calcular el impacto económico es novedosa y ha sido desarrollada en colaboración con el Comité Olímpico Internacional (COI) y la OCDE. Este nuevo enfoque busca establecer un estándar que permita comparar de manera más efectiva los efectos económicos de los Juegos Olímpicos futuros, comenzando con Los Ángeles 2028. La metodología incluye no solo los impactos inmediatos del evento, sino también las repercusiones a largo plazo de las inversiones en infraestructura y turismo.
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