Los mercados financieros arrancan la semana con nerviosismo contenido tras los bombardeos estadounidenses sobre instalaciones nucleares iraníes y la amenaza de Teherán de cerrar el estrecho de Ormuz, vía clave para el comercio global de petróleo. Aunque el impacto inicial ha sido fuerte, con el petróleo disparándose hasta un 4% en Asia, los precios han moderado su escalada y las bolsas limitan las pérdidas.
El petróleo se enfría tras un arranque explosivo
Los futuros del Brent suben en torno al 2%, hasta los 77 dólares por barril, tras tocar los 81 dólares en máximos de cuatro meses. El crudo West Texas Intermediate (WTI) también repunta un 2%, hasta los 75 dólares. Los analistas advierten que, si se intensifica el conflicto, los precios podrían alcanzar los 90-95 dólares por barril, especialmente si el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del crudo mundial, queda bloqueado.
Bolsas y divisas: reacción moderada pero atenta
La renta variable internacional resiste mejor de lo previsto. El índice Nikkei japonés cae un 0,6%, y los principales selectivos chinos retroceden entre 0,1% y 0,4%. En Europa, los futuros del EuroStoxx 50 apuntan a un descenso del 0,46%.
En el mercado de divisas, el dólar se fortalece como activo refugio, subiendo un 0,2% frente al yen y un 0,25% frente al euro, que cotiza en 1,1495 dólares. Japón, gran importador de crudo de Oriente Medio, es especialmente vulnerable al alza del petróleo, lo que hace que el dólar-yen pueda apreciarse aún más si los precios energéticos siguen subiendo.
Contexto geopolítico: máxima tensión
Las palabras del expresidente Donald Trump, quien afirmó en su red Truth Social que se han producido «daños monumentales» en las instalaciones nucleares iraníes, aumentan la presión internacional. Advirtió además que Irán debe “hacer la paz” o enfrentarse a “ataques aún mayores”.
Los mercados están en vilo ante la posible represalia de Teherán, que podría elevar aún más la volatilidad y los riesgos inflacionarios. “Los riesgos se inclinan hacia un alza en las divisas refugio si las partes intensifican el conflicto”, advierten analistas como Carol Kong, del Commonwealth Bank of Australia.
Por ahora, la consigna entre inversores es cautela, con un ojo en las pantallas y otro en el estrecho de Ormuz.
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