La amenaza económica de Arabia Saudí que pone en ‘jaque’ a la UE

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Las relaciones entre Arabia Saudí y Rusia están en uno de sus momentos más sólidos, marcando una distancia notable entre Riad y Washington, y por ende, entre Arabia Saudí y la Unión Europea. Este cambio de alianzas se ha manifestado recientemente en una amenaza económica del reino saudí hacia los países europeos, un indicativo del creciente poder y la influencia de Riad en la escena mundial. Unos riesgos de los que no está exenta España, como adelantó Business People con su reciente reportaje sobre las inversiones provenientes de Oriente Medio.

Una amenaza económica diferente

Cuando se menciona una amenaza económica proveniente de Arabia Saudí, la mayoría piensa inmediatamente en el petróleo, dado su rol central en la economía saudí. Sin embargo, la última advertencia de Riad tiene un matiz diferente, aunque también relacionado con el crudo. Arabia Saudí posee miles de millones de euros en activos financieros europeos, adquiridos a lo largo de años de superávits gracias a las ventas de petróleo. Ahora, el reino amenaza con causar un «terremoto financiero» en Europa, sugiriendo la posibilidad de vender bonos europeos si Bruselas y el G-7 deciden confiscar definitivamente los activos rusos congelados.

Un terremoto financiero en puerta

Según fuentes de la agencia Bloomberg, Arabia Saudí insinuó en privado que podría deshacerse de algunas de sus tenencias de deuda europea si el G-7 procede a confiscar los casi 300,000 millones de dólares de activos rusos congelados. Esta medida sería una respuesta a las presiones del G-7 para usar esos fondos en apoyo financiero a Ucrania. Aunque la amenaza saudí fue velada, la implicación fue clara: Riad está dispuesto a usar su posición privilegiada para influir en las decisiones de Europa.

Los saudíes apuntaron específicamente a la deuda emitida por el tesoro francés, un país actualmente enfrentando inestabilidad política y un déficit fiscal significativo. Esta amenaza llega en un momento crítico para Francia, cuyo nivel de endeudamiento está alcanzando niveles alarmantes.

Contexto global y la posición saudí

En mayo y junio, el G-7 exploró varias opciones respecto a los fondos del banco central ruso, decidiendo finalmente aprovechar los ingresos generados sin tocar los activos principales. Sin embargo, la presión de Estados Unidos y el Reino Unido por opciones más agresivas, como la confiscación directa, sigue presente.

Arabia Saudí no solo tiene en sus manos bonos soberanos europeos, sino también participaciones significativas en empresas importantes. Un ejemplo es el 10% del capital de Telefónica. La acumulación de estos activos es resultado de años de superávit por cuenta corriente, invirtiendo las ganancias del petróleo en activos extranjeros, similar a lo que Noruega ha hecho con su fondo soberano.

Relaciones saudí-rusas: un enfoque estratégico

El fortalecimiento de las relaciones entre Arabia Saudí y Rusia, líderes del cártel de productores de petróleo OPEP+, ha sido notable. Un informe del Gulf Research Center señala que ambos países han adoptado un enfoque pragmático en sus relaciones, promoviendo sus intereses globales y explorando áreas de beneficio mutuo. Aunque la relación de Arabia Saudí con Occidente, especialmente con Estados Unidos, añade complejidad, el reino ha diversificado sus asociaciones internacionales, fortaleciendo los lazos con Rusia como parte de su estrategia global.

Un doble juego diplomático

A pesar de la cercanía con Rusia, Arabia Saudí también ha estrechado lazos con Ucrania, con el presidente Volodímir Zelenski visitando el reino recientemente. Esta posición dual refleja el intento de Riad de mantener un equilibrio diplomático, condenando la agresión rusa mientras se abstiene de unirse a las sanciones occidentales.

¿Hasta dónde llegará Arabia Saudí?

Aunque la amenaza de Arabia Saudí es significativa, algunos expertos dudan de su credibilidad total, recordando que en el pasado hubo poco movimiento fuera de las monedas del G-7 cuando se congelaron los activos rusos. Además, se señala que las alternativas al dólar y al euro son limitadas para Riad. Por ejemplo, a pesar de la especulación, Arabia Saudí sigue vendiendo petróleo en dólares, lo que sugiere que no llevará su amenaza hasta las últimas consecuencias.

En resumen, la postura de Arabia Saudí frente a Europa y su estrecha relación con Rusia subrayan su creciente influencia y la complejidad de las alianzas globales actuales. Riad se posiciona como un actor clave en la diplomacia internacional, utilizando su poder económico para influir en las decisiones del G-7 y más allá.

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