El Reino Unido y la Bruselas alcanzaron un acuerdo clave en vísperas de la primera cumbre bilateral desde el Brexit, con el objetivo de redefinir sus relaciones y marcar el inicio de una cooperación renovada.
El pacto, cerrado en las últimas horas, contempla la extensión de los derechos de pesca de las flotas europeas en aguas británicas hasta 2038, a cambio de una significativa relajación de los controles sanitarios y fitosanitarios sobre productos británicos destinados al continente y a Irlanda del Norte.
“Es hora de construir una nueva Asociación Estratégica”, afirmó António Costa, presidente del Consejo Europeo, a su llegada a Londres para participar en el encuentro junto a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Keir Starmer, primer ministro británico.
La cumbre, celebrada este lunes en la capital británica, busca dejar atrás años de tensiones tras el divorcio entre Londres y Bruselas formalizado en 2020.
Aunque ambos bloques insisten en que no se vulneró las “líneas rojas” del Brexit, se espera que este nuevo entendimiento facilite una relación más fluida y constructiva.
Detalle entre Londres y Bruselas
El acuerdo abre la puerta a la participación británica en programas europeos de defensa, como el fondo SAFE de 150.000 millones de euros.
El comunicado difundido por Londres destaca beneficios económicos concretos: alivio del papeleo para exportadores, mayor oferta en supermercados y un impacto positivo en las facturas familiares.
Starmer defiende este enfoque como una vía para “crear empleo, reducir costes y reforzar nuestras fronteras”.
Otro punto en discusión es la movilidad juvenil. Aunque el Ejecutivo laborista se muestra cauto, se baraja un nuevo programa, el Youth Experience Scheme, que permitiría a jóvenes británicos y europeos estudiar y trabajar temporalmente a ambos lados del canal. Por ahora, solo se anticipa un principio de acuerdo.
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