¿Qué impacto económico podrá generar el ataque de Sánchez a Israel?

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El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseguró este viernes que pedirá a la comunidad internacional que deje de exportar armas a Israel por «contravenir el derecho internacional» con la «invasión» de Líbano. «El Gobierno de España desde el pasado 7 de octubre no exporta ningún tipo de armamento ni de material militar a Israel, ninguno», dijo en una rueda de prensa en la Academia de España en Roma tras reunirse con el papa Francisco, con quien trató este tema. Un ‘ataque’ de Moncloa a Israel que podrá tener un impacto económico directo.

Aunque una guerra entre Israel y Líbano pueda parecer geográficamente lejana a España, las implicaciones económicas de este conflicto podrían tener efectos directos y significativos en la economía española. Las estrechas interconexiones del mercado energético global y las relaciones comerciales con Medio Oriente hacen que un conflicto en esa región tenga repercusiones en la estabilidad de los precios de la energía, la inflación y el comercio exterior de España. A medida que las tensiones en Medio Oriente aumentan, con ataques recientes entre Israel e Irán, las relaciones diplomáticas y comerciales de España con ambos países también están bajo escrutinio.

Energía y precios del petróleo

El Medio Oriente sigue siendo una de las regiones más importantes en la producción de petróleo y gas. Aunque Israel y Líbano no son grandes productores, la proximidad del conflicto a países clave como Arabia Saudita, Irán e Irak incrementa la probabilidad de interrupciones en el suministro de energía y el transporte a través de rutas críticas como el Estrecho de Ormuz. Esto generaría aumentos en los precios del petróleo a nivel global.

Para España, que depende en gran medida de la importación de petróleo y gas, cualquier alza en los precios globales afectaría directamente a su economía. A pesar de los esfuerzos del país para diversificar su matriz energética hacia renovables, los hidrocarburos continúan siendo vitales para la producción industrial, el transporte y los hogares. Un encarecimiento del crudo implicaría mayores costes en el combustible y la electricidad, lo que podría ralentizar el crecimiento económico y aumentar la inflación. El Banco Central Europeo podría verse obligado a mantener políticas monetarias restrictivas, dificultando aún más la recuperación económica tras la pandemia.

Inflación y consumo

España ya enfrenta una inflación elevada, impulsada principalmente por el costo de la energía y los alimentos. Una guerra prolongada entre Israel y Líbano podría exacerbar estas presiones inflacionarias si los precios del petróleo suben drásticamente. Este incremento de costes también afectaría a sectores como el transporte y la agricultura, encareciendo los bienes y servicios en general. La inflación, combinada con un aumento en el costo de vida, reduciría el poder adquisitivo de los consumidores, afectando el consumo interno y enfriando la economía española.

Consecuencias para el comercio exterior

Aunque el volumen de comercio directo de España con Israel y Líbano es relativamente pequeño, las consecuencias indirectas de un conflicto en la región podrían impactar a otros socios comerciales y sectores clave de la economía española, como la automoción, la agricultura y el turismo. Las interrupciones en las cadenas de suministro, las sanciones económicas o la inseguridad en rutas comerciales podrían disminuir el comercio global y, por ende, las exportaciones españolas.

España mantiene importantes lazos comerciales con el resto de Oriente Medio y África del Norte, regiones que podrían verse afectadas por la inestabilidad política y económica en Medio Oriente. Irán, por ejemplo, es un socio estratégico de España en el comercio de maquinaria, y sus relaciones comerciales han crecido incluso en medio de la escalada bélica con Israel. Según datos del Ministerio de Economía, las exportaciones españolas a Irán aumentaron un 20% entre junio y julio de 2023, pese al conflicto. Por otro lado, las exportaciones a Israel disminuyeron un 3,3% en el mismo período.

Turismo y percepción de seguridad

El turismo, que representa alrededor del 12% del PIB español, es otro sector vulnerable ante un conflicto prolongado en Oriente Medio. Aunque ni Israel ni Líbano son grandes emisores de turistas hacia España, la inestabilidad regional podría afectar la percepción de seguridad en Europa y reducir el flujo de turistas internacionales. Además, el aumento de los precios del petróleo encarecería los costos de los viajes, afectando negativamente la demanda de vuelos y transporte, y reduciendo la actividad turística en España, particularmente en regiones dependientes del sector, como las Islas Baleares y Canarias.

Mercados financieros y volatilidad

La volatilidad en los mercados financieros es otra de las consecuencias inmediatas de los conflictos geopolíticos. Un enfrentamiento armado entre Israel y Líbano podría causar caídas en las bolsas europeas, incluida la Bolsa de Madrid, ya que los inversores buscarían activos más seguros, como el oro o los bonos soberanos. Este ambiente de incertidumbre podría afectar a las inversiones y la confianza empresarial en España, lo que repercutiría en el crecimiento económico a medio y largo plazo.

Además, la prima de riesgo española podría aumentar, encareciendo la financiación tanto para el Estado como para las empresas, lo que afectaría negativamente a la inversión y la creación de empleo.

Relaciones diplomáticas y comerciales con Irán e Israel

El conflicto entre Irán e Israel también está afectando las relaciones diplomáticas y comerciales de España. Mientras las exportaciones españolas a Irán aumentan, las ventas a Israel se han reducido. Según el presidente de la Cámara de Comercio e Industria Hispano Israelí, Gil Gidrón, el comercio bilateral entre España e Israel alcanzó un récord de 3.200 millones de euros en 2022, pero esta cifra ha caído en 2023 a medida que las tensiones diplomáticas se han intensificado.

El alineamiento de España con Irán en algunas cuestiones políticas ha generado elogios desde la República Islámica y podría complicar aún más las relaciones con Israel. La Agencia de Noticias de Irán (IRNA) ensalzó recientemente al presidente español, Pedro Sánchez, por su postura crítica hacia la «escalada bélica» en la región, lo que podría tener consecuencias a largo plazo para las relaciones comerciales con Israel.

Aunque una guerra abierta entre Israel y Líbano no afectaría directamente a España en términos militares, las consecuencias económicas serían notables. Desde el aumento de los precios de la energía y la inflación, hasta la inestabilidad en los mercados financieros y las tensiones en las relaciones diplomáticas con socios clave como Irán e Israel, el impacto de este conflicto tendría amplias ramificaciones para la economía española. La evolución del conflicto será clave para determinar hasta qué punto España, y el resto de Europa, se verán afectados por esta crisis geopolítica.

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