La tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal ha estallado con fuerza este lunes después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificara sus ataques personales y políticos contra el presidente del banco central, Jerome Powell. Las duras críticas del mandatario han desencadenado un lunes negro para los mercados: Wall Street registró fuertes caídas y el dólar se desplomó frente a las principales divisas.
Trump, que ha convertido a Powell en blanco habitual de sus mensajes en la red social Truth, acusó al jefe de la Fed de actuar con lentitud y torpeza al no bajar los tipos de interés, advirtiendo que esta política está poniendo en riesgo el crecimiento económico del país. “Con estos costes en una tendencia a la baja tan favorable, justo como predije, casi no puede haber inflación, pero sí puede haber una desaceleración de la economía a menos que el Sr. Demasiado Tarde, un gran perdedor, baje los tipos de interés AHORA”, escribió el presidente.
El mensaje no solo sacudió a los mercados. También desató una tormenta política en Washington, luego de que un portavoz económico de la Casa Blanca admitiera que el equipo de Trump está estudiando la posible destitución de Powell, cuyo mandato al frente de la Fed se extiende hasta 2026.
El nerviosismo de los inversores se vio agravado por el contexto geopolítico. China expresó su “firme oposición” a que socios comerciales firmen acuerdos con Estados Unidos que puedan dañar sus intereses, en una clara alusión a la estrategia bilateral de Trump en materia comercial. Por su parte, Japón, aunque no contempla romper su acuerdo con Washington, alertó sobre las “incongruencias” en el enfoque del presidente estadounidense.
Los mercados reaccionaron con dureza. El Dow Jones cayó más de un 2,3% en la jornada, mientras que el S&P 500 perdió un 1,8% y el Nasdaq retrocedió un 2,5%. El dólar, por su parte, tocó mínimos de dos meses frente al euro y al yen.
Desde la Fed, Jerome Powell había asegurado recientemente que los últimos datos de inflación eran alentadores y se acercaban al objetivo del 2%, aunque subrayó que aún era demasiado pronto para declarar la victoria. Esta postura prudente contrasta con la presión política cada vez más abierta por parte de Trump.
Analistas financieros coinciden en que el conflicto entre el Ejecutivo y el banco central genera una peligrosa incertidumbre para los mercados, y podría comprometer la credibilidad de la Fed si se materializa un intento de intervención política directa.
“La independencia de la Reserva Federal es un pilar clave de la estabilidad económica estadounidense. Cualquier intento de socavarla puede tener consecuencias de largo alcance”, advirtió Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.
Con la campaña electoral en el horizonte, la tensión entre Trump y Powell podría marcar una nueva etapa de volatilidad tanto en la política económica como en los mercados financieros globales.
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